Stranger girl {Billy Hargrove}

Como un ciervo

Volviendo a la fiesta vi a un coche conocido pasar y tan conocido: gris, con parte del capó oxidado.

Inmediatamente comencé a trotar hacia donde el coche había parado. Menos mal que al final había venido.

- ¡Jonathan!- le llamé evitando a la gente como podía.

A pesar de que la fiesta era dentro, los alrededores de la casa estaban abarrotados de gente... la verdad es que no sé como decirlo. Es una mezcla entre gente tirada en el suelo y gente de pie, bailando y chillando.

Iba con mucho cuidado de no pisar a nadie porque independientemente de si me caían mal o no, de si lo notaran o no, a mí no me gustaría que me lo hicieran.

Esa es la ley de mi vida: no hagas a los demás lo que no quieras que te haga a ti.
Y la verdad es que me iba bien.

- ¡Jonathan!- le volví a llamar, esta vez sí que me oyó.

Mi mejor amigo me miró y se quedó totalmente sorprendido.

- ¿Qué?- pregunté llegando hasta él por fin.

- Estás...- comenzó a decir.

- ¿Disfrazada de gato?- terminé la frase con una sonrisa.

- Mmm sí, claro- contestó algo incómodo.

Él no iba disfrazado y no se le veía muy convencido de estar aquí.

- ¿Qué te ha hecho venir al final?- pregunté jugando con el vaso en mis manos.

A lo mejor ha venido porque yo se lo pedí.

- Quería que Will disfrutara de un Halloween normal- explicó- luego iré a por él a casa de los Wheeler.

O a lo mejor no y soy estúpida por pensarlo.

- Eso es muy bonito por tu parte- comenté con una sonrisa- ¿vamos dentro?

Él asintió con la cabeza.

Nos adentramos en la casa. La verdad es que no me apetecía en absoluto, pero seguro que con Jonathan me lo pasaba mejor. O eso esperaba.

Desde el año pasado nuestra relación no había sido la misma. Me dolió que confiara antes en Nancy que en mí y solo me lo contara cuando necesitó mi ayuda, por mi conocimiento de los animales.

Había un antes y después del mundo del revés. Yo sabía que llevaba años enamorado de Nancy y creí que era un amor imposible. Hasta el año pasado, cuando ella ocultó todo a Steve.

Pero no iba a reprocharle nada, ni mi hermano tampoco. No éramos esa clase de personas.

Pasamos a duras penas de la abarrotada entrada y fuimos al salón donde más gente había. Todo el mundo estaba igual que cuando me fui.

- ¿Has bebido algo?- me preguntó señalando el vaso.

Negué rápidamente.

- Lo usé para sacar a una araña- le dije al oído para que me oyera.

Él negó con la cabeza riendo.

- No cambies nunca por favor- dijo con una sonrisa.

El griterío cesó por unos segundos y todos exclamaron un "oh" y reían pero en seguida cesó.

¿Por qué era?

Bueno, mi hermano había vertido accidentalmente el ponche en Nancy. Ambos salieron disparados al baño y retuve a Jonathan del brazo para que no fuera él.

No dijo nada más y estuvo mirando a la puerta todo el rato, hasta que Steve la abrió y salió a toda prisa.

Él se fue al baño y yo tras mi hermano.