Chúpate esa, bicho

10.2K 1K 491
                                    

Un hormigueo agradable comenzó en mis dedos y se fue expandiendo a todo mi cuerpo. Pero no podía ver nada.

De hecho estaba en una habitación negra en la que no sentía nada, solo ese cosquilleo.

Madre mía, madre mía ¿dónde estoy?

¿Estoy muerta?

No, no estoy muerta ¿no?

Que angustia.

Quise hablar pero no pasó nada.

Dios mío.

Es como si no tuviera cuerpo.

Quiero salir.

Quiero salir.

Quiero salir.

1, 2, 3, 4, 5 y respiramos hondo.

Calma Crystal, todo va a ir bien.

Intenté hacer memoria.

Recuerdo el hospital, recuerdo a Jules y después todo era tan negro como en donde quiera que esté.

¡Espera!

Recuerdo sus ojos.

Billy.

Ay, no.

Por favor que no sea lo que estoy pensando.

¿Creéis que estoy en el almacén? Pero ¿por qué no siento nada?

Piensa Crystal.

Donde no siento, todo está negro y solo puedo pensar. Solo oigo mi voz, pero no es mi voz porque no hablo.

Tiene que ser mi consciencia, es con quién más hablo.

¿Y por qué está todo tan negro? ¿Por qué no siento nada?

Parece que alguien (osea yo) me escuchó porque se hizo la luz.

Reconocía el interior del coche de Steve donde yo ocupaba el asiento del pasajero, era de noche y volvíamos a casa. Recuerdo que volvíamos de uno de sus entrenamientos de baloncesto, hace unos años.

- ¡Para!- Steve hundió el pie en el pedal del freno y me miró con estupefacción.

- ¿Se puede saber que te pasa?- preguntó algo asustado, mirándome de arriba a abajo.

No respondí, simplemente bajé del coche y me acerqué corriendo al pequeño bulto que se movía, enrollado en una manta.

¿Alguien me puede aclarar por qué estoy rememorando esto? No tiene sentido.

- Hola chiquitín- llegué hasta aquello y lo descubrí encontrándome con un pequeño galgo que estaba herido y gemía. Tenía una herida en la patita y estaba muy asustado- tranquilo, bonito, no te voy a hacer ningún daño.

Me levanté con él en brazos y volví rápidamente al coche.

- ¿Estás de broma, no?- dijo Steve observando al cachorro.

Lo miré sin entender.

- Mamá y papá no van a quererlo en casa, Crystal.

Lo sabía. Miré con pena al pequeño galgo.

- Pero no puedo dejarlo aquí- me defendí- lo llevaré a casa hasta que esté bien, después me lo llevaré, lo prometo- no parecía muy convencido así que añadí- si le echan a él yo me iré tras él.

Eso pareció que le ayudaba a decidirse y negando con la cabeza arrancó el coche.

Ahora sé que luego me ayudaría a convencer a mamá y papá de quedarnos con él porque me hacía feliz y en el fondo a él también.

Stranger girl {Billy Hargrove}Where stories live. Discover now