¡Arranca!

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Iba en el coche de mi padre camino a la biblioteca con mi mochila llena de todo, menos de libros. Así desde luego que no iba a estudiar.

Planeaba ir derecha al baño en cuanto mi padre se fuera, cambiarme e ir al bosque. Era de extrema urgencia ir y no podía dejarlo para mañana.

- ¿Qué vas a estudiar?- preguntó mi padre mientras giraba.

- Biología- contesté lo más natural que pude.

La relación con mis padres dejaba mucho que desear. Les quiero y son buenos y ellos me quieren y cuidan pero no me entienden. Llevo escondiendo a animales heridos en casa desde los 7 años. Y ahora tengo 17, había adquirido práctica.

Todo fue a peor cuando mi hermana mayor Martha se independizó y se fue a terminar sus exitosos estudios a Nueva York. Ella era el modelo que yo debía seguir, la hija perfecta y prometedora.
A veces me dejaban bien claro que ella era mejor, otras eran más sutiles.

Yo me dedicaba a ser la que tira su futuro a la basura por estudiar a los animales porque, como todo el mundo sabe, este país necesitaba más militares como Martha.

Steve era más como el nene de papá, le permitían hacer bastantes más cosas que a mí, aunque desde el año pasado habían sido mucho más estrictos con él; supongo que fue por la fiesta donde desapareció Bárbara.

Mi padre aparcó en la biblioteca y bajé rápidamente.

- ¡A las ocho y media!- gritó antes de que cerrara la puerta.

Me fui rápidamente hacia la entrada oyendo como mi padre se marchaba.

Miré la hora. Las cinco y media. Tenía tres horas para ir y volver, creo que me daba tiempo.

- ¡Eh! ¡Harrington!

Me di la vuelta sorprendida para encontrarme con Tommy, Carol y algunos más del instituto. Ahora no por favor.

- ¿Sí?- pregunté impacientemente.

- ¿Dónde está tu hermano?- dijo Carol mirándome de arriba abajo, parecía no gustarle lo que veía.

- Mmmm... no tengo idea.

Dije para luego entrar trotando a la biblioteca. Una vez entré fui directa a los baños de la derecha, tenía que cambiarme rápidamente.

Me encerré en uno de los cubículos, me puse los pantalones y me cambié el jersey por una sudadera gastada y encima mi chubasquero amarillo. Por último una coleta rápida y ya estaba lista.

Salí de ahí lo más rápido que pude. Quizás debí de salir por otro lugar distinto del que había entrado porque seguían allí y me incomodaba bastante.

Ignorando todas las miradas extrañadas me adentré en el campo. Hoy había amanecido soleado pero al mediodía se había ido formando una niebla que ahora rodeaba todo.

No sabía si había sido muy buena idea venir hoy, pero era lo correcto.

Comencé a caminar hacia donde había encontrado los primeros árboles muertos.
El suelo estaba cubierto de hojas caídas y pequeñas ramas que crujían cuando las pisaba.

La razón por la que había venido era algo peculiar. Como ya os he dicho no hay pájaros y quiero comprobar que ha sido de las abejas. A lo mejor pensáis para qué te molestas en eso si son odiosas.

Bueno, los pájaros migran, la abejas no. Además de que son unos insectos importantísimos para el ecosistema.

Me encaminaba hacia donde, normalmente, se encontraba una colmena que había podido estudiar antes.

Stranger girl {Billy Hargrove}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora