Hijos de la ira

21.8K 2K 646
                                    

Cenar después de lo que había pasado me hacía gracia. Quiero decir, como los demás son capaces de actuar con absoluta naturalidad, como si yo no me hubiese sentido al borde de un colapso o como si el demogorgon no fuese más que un dulce gatito.

¿No os resulta gracioso?

Ahora todos estamos sentados alrededor de una mesa comiendo como si estuviésemos celebrando algo.

Bueno, se supone que celebramos la boda de mi hermana y que mi padre y el señor Hargrove son ahora socios.

Se supone, yo sigo sin ver el motivo de la celebración, pero bueno, no suelo entender el porqué oculto de las cosas.

Como siempre que vamos a cenar a este restaurante me pido la pizza margarita, simple pero deliciosa. Intento focalizarme en mi comida para abstraerme de todo lo demás y olvidar por unos momentos que existo.

Obviamente, como todo en esta noche no me sale bien. Mi subconsciente me traiciona y acabo mirando a Jonathan que está sentado junto a Nancy y el grupo de Will en otra mesa.

Es que le han dicho a nuestros padres que nos hemos encontrado casualmente en el aparcamiento. A mí me han pedido que no diga nada porque no sé mentir, lo que es terriblemente cierto.

Por eso mi madre, lo primero que ha hecho ha sido mirarme y yo he tenido que esconderme detrás de Billy y Steve que parecía que en cualquier momento iban a retomar su pelea.

Estaba siendo una noche grandiosa.

Volviendo al tema, Jonathan sujetaba la mano de Nancy con cariño y hablaban con susurros. A mí se me quitó el hambre que tenía.

- Crystal- chasquearon los dedos delante de mis ojos.

No saben cuánto me molesta eso.

- ¿Es cierto lo que dice Steve?- miré a mi madre confusa.

- ¿Qué ha dicho Steve?

Noté como Billy ahogaba una risa.

A mi madre no le hizo tanta gracia, más bien sentía en su mirada como quería abofetear a Billy.

- Que habéis dicho de ir con Nancy y Jonathan esta noche al cine y llevaros a los niños.

Mi mente hizo click.

- Sí ¿por qué no iba a ser cierto?- pregunté dándole un mordisco a la pizza para difuminar su atención.

Mi madre, ante todo, era un perfecta señorita inglesa que no soportaba las faltas de decoro, si había algo que iba a reclamar su atención, más allá de la mentira, era que hablase con la boca llena.

- Crystal- dijo con su sonrisa más tensa- creo que te he enseñado a comportarte en la mesa- me habló en susurros para intentar que nadie más lo escuchara.

Asentí y esperé que mi madre no sacara más el tema.

- ¿Entonces...- comenzó a preguntar mi hermano.

- Podéis marcharos cuando terminemos- completó mi padre con una sonrisa.

En general mi padre solía ser más ingenuo en cuanto a las actividades de sus hijos. Mi madre parecía que nos espiaba.

La cena transcurrió sin nada más interesante que contar. Bueno, de postre me pedí un helado de vainilla con caramelo.

Lo sé, no aporta nada, pero me gusta hablar de lo que me gusta.

Y ¿os acordáis de la herida en el pómulo de Billy? Su padre tiene un anillo en la mano y los nudillos rojos. No hay que saber sumar 2+2.

Cuando terminamos, nos reunimos todos en el aparcamiento, de la forma más disimulada que pudimos.

Stranger girl {Billy Hargrove}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora