Realmente no somos hermanos comunes.

Rival para la presidenta

Lucy dejo escapar un gruñido de protesta, no era partidaria de levantarse temprano pero debía hacerlo. Sus pies tocaron el frío suelo, luego de sentarse froto sus ojos para adaptarse a la luz que se filtraba por las cortinas.

Debido a la intromisión de su hermano, tomo medidas drásticas, le coloco candado a la puerta y programo su despertador.

Minutos después ya se encontraba aseada y vestida con el uniforme. Se acercó al espejo para recogerse el cabello, le fue inevitable no pensar en el beso de la piscina.

Natsu la sorprendió, ella no se alejó solo continuó con el beso, ella ansiaba más y eso le asustaba. Le recordaba los sentimientos que sentía por él, aquellos que enterró cuando observo la cercanía que tenía con aquella chica.

Los golpes de Gray, la alejaron de sus pensamientos. No necesitaba pensar en eso, se levantó con rapidez para acercarse a la puerta, la sonrisa de Gray fue lo primero que vio.

-¿Qué sucede?-Preguntó con el ceño fruncido.

-La comida esta lista.

Lucy soltó un bufido-No tenías que cocinar tú-Protesto Lucy-Seguro quemaste el pescado a la parrilla

Gray elevo los hombros-He servido sopa de miso, aun quedaba salmón del que hizó Ul-Espero que Lucy bajara para entrar a su cuarto por su bolso. Grande fue la sorpresa de Lucy al encontrarse a Natsu ahí.

-Definitivamente no tienes hogar-Bufó.

Detallo bien a Natsu, su cabello despeinado, su camisa blanca con los primeros 2 botones abiertos, su bufanda enrollada en su cuello, los pantalones negros junto a los zapatos oscuros.

Entre sus manos tenía un cuenco rosado el cual estaba lleno de leche y su cereal de hojuelas. Le irrito ver que tomaba su cuenco favorito junto a su cereal favorito. Ya que eso planeaba desayunar después de que Gray le informará el menú.

-Esto es mío.-Arrebato el cuenco.

-Donde quedo, "Buenos días, Natsu".

Un escalofrío recorrió a Lucy cuando observó los ojos de Natsu, dio vuelta sobre sus talones y avanzó hasta la mesa, cuando se sentó notó que le faltaba un cubierto estaba por levantarse cuando una mano la detuvo.

Natsu le coloco la cuchara con una sonrisa, Lucy observo brevemente la cuchara, notando que tenía una marca, la tomo entre sus manos para detallarlo.

El cubierto estaba bañada de plata con unos adornos de flores, sin embargó había un nuevo adorno, letras gruesas de color negro.

"Buenos días, princesa."

Las mejillas de Lucy comenzaron a arder, alejo su mirada del cubierto para observar a Natsu, estaba observándola, nuevamente sus piernas comenzaron a temblar, solo basto el guiño de Natsu para hacerla tartamudear.

-¿Qué es esto?-Tartamudeó.

-Mi modo de decir buenos días.

Lucy observó su tazón de cereal. Observó nuevamente a Natsu quien mantenía su brillante  sonrisa, el rubor seguía en sus mejillas y planeaba a intensificarse. Pensó en apartar a Natsu de la mesa, desecho la idea al momento, lo quería cerca de ella.

Observó a Natsu unos minutos más hasta que el chico frunció el ceño.

-¿No te comerás tu desayuno?

Lucy parpadeó, observó nuevamente el cubierto que estaba dentro del tazón.

-¿Por qué lo haces?