Realmente no somos hermanos comunes.

Cenicienta al estilo Fairy Tail 1

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Levy soltó un suspiro de satisfacción, la obra ya estaba terminada y le agradaba las reformas. El único lado negativo era que Millianna tendría que modificar los trajes, ya que no serían vestidos gordos.

-¿Ya tienes la obra?-Preguntó Lisanna acercándose a Levy. En esos momentos estaban encerrada en la biblioteca, en la parte trasera en donde estaba habilitados los salones de estudios, su lugar de inspiración.

-Exactamente-Confesó acomodando las hojas para sí. La llegada de Lisanna fue una sorpresa para todo, a pesar de que Lucy trataba de ocultar las cosas, Levy terminaba enterándose, cabe destacar que gran parte de la información Lucy se la ha dicho dormida.

Hablaba dormida cuando tenía mucha presión sobre ella, en definitiva no debería ser un doble agente.

Levy conocía la relación que llevaba con Natsu, para ella no era extraño que ya sucediera, ambos tenían esa atracción que era palpable, sin embargó la llegada de la albina los distanció, no la consideraba como la villana de la obra, solo era una víctima inocente que llegó en el momento menos indicado.

-¿Puedo leerla?-Casi que suplico la albina.

Levy le regalo una sonrisa mientras se levantaba de su asiento-El beso no se ha quitado de la obra, si es lo que deseas saber.

Lisanna asintió desplegando sus labios en una sonrisa, sin mostrar sus dientes-Puedo pedirte un favor, quedará entre nosotras hasta el momento-Juntos sus manos en una súplica.

Levy lo pensó algunos minutos, desconocía cual sería el favor, rogaba a los dioses que no quisiera modificar la historia y colocar a Natsu como el príncipe, eso sería el inicio de una catástrofe de la cual ella no quería ser participe.

La observó un breve segundo, sus ojos azules le suplicaban una respuesta afirmativa, quizás no perdería mucho y si el resultado era lo contrario se haría cargo de las responsabilidades. Asintió brevemente y bajo la sonrisa divertida de Lisanna se volvieron a sentar para planear lo que sería de la obra.

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El murmullo de los estudiantes enloquecía a Juvia. Su último año dentro del instituto, obligo a algunos estudiantes a prestar ayuda en los diferentes puestos de los estudiantes de distintos años.

Como consecuencia se encontraba en una casa de terror de los estudiantes de segundo, ya que se negaba a ser parte de un maid café. El lugar estaba totalmente oscuro, colocaron paredes, echas con cartón en las cuales dibujaron fantasma y uno que otros lagartos. Ella se encontraba en uno de los rincones del salón.

La elaboración de la casa fue hecha en modo laberinto, ella se encontraba en el medio del laberinto. El suelo estaba decorado con papel mache azul y parte negro. Arriba de los papeles había una especie de poso, construido con cartón y mucho papel, que fue pintado en forma de ladrillo y le agregaron pequeñas manchas rojas. Dentro del pozo estaba ella, agachada hasta oír los pasos de alguien.

Su acción era levantarse y mirarlo neutralmente a medida que estiraba una de su mano, escuchaba los gritos despavorido, unos continuaban y otros regresaban y no culminaban la casa. Su vestimenta no era tan ruda, o eso pensaba ella.

Cabello suelto y perfectamente lacio, colocado delate de ella, ocultado uno de sus ojos, el otro se lograba ver, debido a que dejaron un espacio, de igual manera al maquillaje pálido y con los ojos delineados de negros, sus labios estaban manchado de una pintura roja mate. El maquillaje cortesía de Levy. Su vestimenta fue únicamente un vestido blanco, el cual fue manchado con pintura negra y roja para darle más fuerza al personaje.