40. Susto

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NATALIA POV

Empezamos a tocarnos la una a la otra, mordía su labio inferior mientras la sujetaba contra la furgo, lamía su cuello, su oreja, su nariz, no podía parar.

La aparté de la furgo y me moví hasta el maletero, Alba no paraba de besarme el cuello, la mandíbula y arañaba mi espalda, abrí el maletero coloqué una de mis manos detrás de su cabeza y me dejé caer con ella al colchón.

Me quitó la sudadera y la camiseta y me quedé desnuda, jugaba con mis senos mientras ahogaba mis jadeos contra su cuello, cerré la puerta del maletero y abrí una de las ventanas, tampoco quería morir ahogada.
-estoy muy caliente...-susurraba Alba contra mi nuca, cada acto o susurro mi cuerpo se erizaba y notaba escalofríos por todos lados.

Se levantó un poco y la quité la sudadera y la camiseta, me volví a tumbar con ella esta vez piel con piel, notaba el latir de su corazón desbocado y flaquear su respiración, dejaba un rastro de besos desde su clavícula hasta su ombligo, cada vez que humedecía una zona ella me clavaba las uñas en la espalda, bajé hasta su sexo le quité el pantalón y besaba la cara interna de sus muslos.
-no seas mala-
-puedo empeorar- susurré empezando a lamer poco a poco su sexo.
-Ah...- gimió Alba ante el contacto.
Mi lengua viajaba en círculos y cambiaba de ritmos haciéndola sufrir, noté como se iba mojando más y más.
-Di-dios- jadeaba Alba arqueando la espalda.

Subí hasta su boca y empecé a besarla, me quité los pantalones para estar piel con piel encima de ella y bajé mi mano de nuevo hasta su sexo.
-vamos a jugar- susurré mientras le mordía el lóbulo de la oreja.

Metí 2 de mis dedos provocando un fuerte gemido de Alba que arañaba mi espalda y ahogaba sus gemidos contra mi cuello, los deslicé suavemente aumentando el ritmo poco a poco, sin prisa.
-mas rápido- titubeaba Alba contra mi boca.
No la hice esperar y metí otro dedo y aumenté el ritmo.
-¡Si!- gritaba Alba de placer.

Ahogaba mis jadeos contra su boca, me parecía tan erótica esa escena que era imposible no encenderme escuchando su voz.
No podía ir más rápido y Alba dejó de arañar mi cuerpo para agarrarse a las mantas.
-me corro NAT...- quité mi mano de dentro de ella y puse mi sexo contra el suyo, me quite la ropa interior y la besaba fogosamente, movía mis caderas contras las suyas y notaba su humedad, aumenté el ritmo y no podía evitar gemir de placer, estaba en el cielo, me mareaba, la temperatura era tan alta que apenas podía respirar.
-¡fóllame!- gritaba Alba empujando mi culo contra ella.
-¡Si!- gemimos a la vez y caí rendida encima de ella- no ha estado mal....
-casi me matas- hablaba casi sin voz Alba- que bien follas Natalia.
-No- contesté seria- yo contigo hago el amor Alba.

Me acerqué y volví a besarla pero esta vez de cansancio, amor, suavidad, no era brusco y nadie buscaba el control, es paz y tranquilidad, me separé de su boca y me levanté a abrir el maletero y me senté en el borde, tocando la hierba con mis dedos desnudos.
-que calor- dije sofocada.
-vamos en pelotas Natalia- dijo Alba aún sofocada-nos vamos a resfriar.
-deja que me relaje un segundo anda- dije poniéndome una camiseta y respirando aire fresco.

Alba se levantó y me abrazó por detrás, notaba sus pechos en mi espalda y su respiración agitada en mi cuello.
-me encanta hacer el amor contigo- susurró en mi oreja y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo-
Me besó el cuello y se tumbó de nuevo en el colchón.

Después de varios minutos empecé a tener frío así que cerré el maletero y me metí dentro de las mantas con Alba, ella se acurrucó boca abajo parcialmente encima de mí y yo le hacía caricias por su espalda desnuda.

ALBA POV

-¿No deberían haber vuelto los demás?- pregunté extrañada.
-Van a tardar en volver- dijo Natalia que me hacía masajes en la espalda.
-¿por?-
-les dije que no vuelvan pronto-
-osea que estamos solas- suspiré.
-¿por que suspiras? ¿No quieres estar conmigo?- preguntó triste.
-no, no, suspiré de tranquilidad, me encanta estar así contigo- levanté un poco la cabeza para darle un beso en la mejilla.
-a vale, me estaba preocupando- me abrazó fuerte- ¿Sabes algo del juicio?
-me dijeron que ya me llamarían, que el juez había tenido un problema y se había atrasado, no me importa- dije abrazándola yo también.
-¿estarás preparada?-
-hace mucho tiempo de eso, y con Yolanda todo ha ido mejorando- me levanté un poco para mirarla a los ojos- gracias a tí todo es más fácil.

La di un pico y me acurruqué de nuevo.
-voy a dormir un rato- afirmé poniéndome cómoda, Natalia nos tapó con una manta y notaba como su respiración se volvía más pesada, estaba apunto de dormirse.

El ruido de una puerta abriéndose me perturbó el sueño, abrí un ojo pero la puerta no era la del maletero.
-¡Bellas durmientes!- gritó Miki desde la puerta de detrás del copiloto- tenemos hambre y queremos ir a cenar.
-¡Miki!- grité por el susto- que susto me has dado ...
-Si no tendrías secuestrada a la única conductora legal en tu cama no tendríamos este problema- dijo Pablo detrás de Miki.

Empecé a reír y miraba a Natalia que dormía plácidamente, se ve que estaba muy cansada.
-¡5 min y vamos!- dije antes de que cerraran la puerta.
Me puse una camiseta y una sudadera y me acerqué para despertar a Natalia.
-Ey... Nat- dejaba pequeños besos por su cara pero nada, no despertaba, incrédula yo, si no se había despertado con los gritos de los otros esto no va a hacer nada.

Empecé a moverla para que despertase pero nada, no había manera.
-¡Natalia!- gritaba algo más nerviosa.
No se movía, me estaba preocupando y mucho.
-¡Natalia coño, despierta!- la movía y nada, ni un ápice de movimiento.

Cogí el primer pantalón que encontré me lo puse, abrí el maletero en busca de alguno que me ayudara, joder joder.
-¡Chicos! ¡Ayudadme!- gritaba llorando por la angustia de todo.
-¿qué pasa alba?- preguntó María acercándose a mí.
-Nat-Na-Natalia- dije entrecortada
-Alba tranquilízate ¿vale?
-¡No se despierta!- agarré a María y la llevé al colchón, empezó a zarandear a Natalia pero nada, a los pocos segundos vinieron los demás.

Miki se puso al lado de ella y apoyó su oreja en el pecho.
-Tiene pulso y respira- dijo nervioso, todos suspiramos tranquilos.
Acto seguido cogió su teléfono marco el de urgencias llamando a una ambulancia.

Me acerqué a ella acariciando su cara, que coño había pasado si todo estaba bien hace apenas 3 horas.
-es como si no pudiera parar de dormir- dijo África abrazada a María.
-¡Nat despierta joder!- no podía parar de llorar, la movía pero nada, ni un ápice de movimiento.

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Vuelta al drama!!!! No os preocupéis... o ¿si?
Lo que estaba claro es que esto no iba a ser un cuento de hadas de todos felices, hay desgracias y veremos si está es una de ellas jeje
No os olvidéis de votar los episodios, compartirlos y comentad que os ha parecido!!
♥🤘

Despacio // AlbaliaWhere stories live. Discover now