Despacio // Albalia

Epílogo 2

Este capítulo es para mayores de edad, en la novela pone que hay contenido de adultos, estáis avisadas todas las personitas que lo leáis, espero que os guste ♥🤘 (todo cae en vuestra responsabilidad)

NATALIA POV

Dejé la guitarra y saludé a todos los que estaban presentes.
-¡¡Muchas gracias a todos!!!- la gente aplaudía sin parar.
Salí al backstage después de despedirme de todos y me puse la ropa adecuada y fui dirección a la calle.

Después de todo, la discográfica me ofreció un pianista pero me negué, necesitaba a alguien de confianza y profesional así que se lo propuse a Manu, él no dudó en aceptar formar parte de esto, hoy era mi último concierto en el norte, mañana nos íbamos de Vigo rumbo a dar lo que me quedaba de gira por las ciudades del sur, próximo rumbo Sevilla.

Estaba contentísima, fueron unos meses duros de trabajo y de noches largas pero conseguí todo lo que quería, Manu es mi pianista, Alba la convencí aunque no costó mucho, para crear una canción entre las dos, quería que ella formase parte de esto también y parece ser que a los fans les encantaba, siempre había pancartas de "Albalia" en cada concierto y me encantaba, y Julia, Julia siempre andaba detrás en el backstage hablando con los técnicos y haciendo este trabajo más ameno.

-¡Natalia el Cabify!- gritó Alba sacándome de mis pensamientos, estaba afuera haciéndose fotos con los fans, ella era casi más famosa que yo y con motivos, nadie se puede resistir al poder adorable de mi Albi y ni a su voz rasgada que dejaba preñada a toda España.

-¡Voy!- troté un poco hasta ella y después de despedirnos de los fans nos metimos en el coche.
-Pedazo de noche...- dijo Alba apoyando su cabeza en mi hombro.
-no me acostumbro a que todo el mundo me reconozca y me digan que me quieren- me reí.
-Bueno, eres una pedazo de artista raro no es...-
-te quieren más a tí que a mí- la abracé fuerte.
-deja de decir chorradas, yo solo soy tu compañera de vida...-
-y no puedo estar más agradecida- nos miramos y nos sonreímos como dos estúpidas enamoradas.

Bajamos del Cabify y nos metimos en el hotel, cuando me dijeron que iba a hacer una gira no dudé en llevarme a Alba conmigo, además, tenía que cantar una canción con ella y siempre que llega ese momento nunca me canso de ver sus ojos brillantes en el escenario mirándome, siempre está como pez en el agua.

Me tiré a la cama boca abajo, miré la hora, las 3 de la mañana.
-¿Estás muy cansada?- dijo Alba quitándose la chaqueta estábamos en marzo y empezaba a hacer menos frío.
-En realidad no- la miré con una mueca pícara- ven.

Se dirigió donde mí y se tumbó a mi lado, ella mirando boca arriba y yo boca abajo.
-me encanta todo esto- dijo Alba con una sonrisa en la cara.
-a mí me encanta compartirlo contigo- me acerqué y dejé un par de besos húmedos en su cuello.

Me giré para seguir besándonos y ella me siguió, el beso era lento y suave pero se volvió fogoso y necesitado, mi lengua buscaba el poder pero siempre me acababa ganando Alba, que se sentó sobre mi victoriosa.
-eres malísima en esto- dijo riéndose y dando pequeños mordiscos en mi oreja- no te preocupes...no puedes hacerlo todo bien deja algo para las demás...
-calla anda- giré mi cara interrumpiendo su recorrido por mi cuello y la besé apasionadamente, besos húmedos y cargados de adrenalina.
-espera un segundo- dijo separándose de mis labios.

Se levantó y apagó la luz, después se dirigió a la maleta y saco algo de ella.
-¿Qué es eso?- pregunté pícara.
-Tu calla y déjate llevar- me puso un antifaz en los ojos.
-¿pero Alba para que apagas la luz si me pones un antifaz?- pregunté riéndome.
-porque tú no ves pero yo tampoco quiero ver...- se acercó y noté su aliento en mi cuello y sus besos húmedos.
-¿Has comprado un antifaz?- dije divertida mientras nos besábamos y tocábamos.
-No solo eso...- escuché como se quitaba la camiseta y acto seguido me la quitó a mí, junto con mis pantalones.