43. Pastillas

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NATALIA POV

Tengo una sensación de pesadez bastante grande, palmo las sábanas para buscar a Alba pero no está, abro los ojos y veo que no estoy en el maletero.

-¡Ostia!- grito nerviosa, todo me da vueltas, no se dónde estoy, ni qué hago aquí.
Un señor aparece por la puerta sonriente.
-Hola Natalia-
-¿Nos conocemos?- pregunté aturdida por toda la situación.
-Soy tu doctor, no te preocupes- se quedó enfrente de mí.
¿Por qué estoy en un hospital?¿Hemos tenido un accidente? ¿Y los demás?
-¿cuanto tiempo llevo aquí?- pregunto mientras observó la habitación entera y las máquinas conectadas a mi cabeza.
-exactamente 1 día, un poco menos, ahora viene a por tí no te preocupes.
-me tengo que ir- hice el amago de levantarme pero el médico me tumbó de nuevo.
-escucha Natalia, sé que no entiendes nada, pero no puedes hacer esfuerzos ¿vale? no te preocupes ahora te traigo a alguien que seguro que reconoces- dijo abandonando la habitación.

Estuve un rato observando la habitación y todos los aparatos, el horrible silencio me estaba matando.

Sonó la puerta y apareció Alba por ella.
-¡Alba!- grité deseando tocarla.
-¡Nat! ¿Cómo estás?- preguntó cogiéndome la mano.
-necesito que me digas porque coño estoy aquí, estaba contigo, durmiendo ¿no?- estaba muy nerviosa.
-mira, ¿te acuerdas del bicho?- preguntó con una mueca.
-si, menuda ostia me di contra el techo por el susto- reí por ello.
-pues ahí está el problema- dijo sonriendo.
-¿me estás diciendo que estoy aquí por un golpe de mierda?- estaba angustiada, odio los hospitales con toda mi alma.
-estás aquí por eso y...- hizo una mueca pícara- porque lo hicimos también...
-¿pero que dices?- estoy flipando en colores, que tendrá que ver una cosa con la otra.
-el doctor Gómez dijo que un fuerte golpe y una actividad que canse físicamente y mentalmente te produjo que tú cerebro al relajarse se relajara de más vaya ...- afirmó más seria Alba.

Apareció el doctor de nuevo por la puerta con un par de personas más.
-como ya te has despertado te vamos a mover a una sala más grande, ya que ésta es la de cuidados intensivos y la necesitamos.

Alba entrelazó nuestros dedos y nos movimos juntas por el pasillo, unos señores empujaban la camilla.
-¿Y los demás?- pregunté curiosa.
-ahora les vemos, solo dejan pasar a uno, osea yo- dijo sonriente- que bien que estés así.
-¿hospitalizada?- pregunté riendo
-¡No! Me diste un susto de muerte Nat,  te empezé a zarandear y no te despertabas casi me da algo...
-perdón- dije al ver una Alba triste de nuevo.
-de perdón nada, no es tu culpa, es mala suerte...

Nos metimos en un ascensor y después de un largo pasillo me metieron en una habitación.
-volvemos en 10 min- dijo el señor de la camilla desapareciendo por la puerta.

-Alba me quiero ir de aquí- cogí su mano de nuevo- de verdad que me pone enferma los hospitales...
-mañana nos vamos, no te preocupes, voy a ir a buscar a los demás que están abajo- dijo moviéndose hasta la puerta.
-¡No!- grité haciendo que parase- no me dejes sola por favor ...
-Natalia estoy aquí en 5 min...- se acercó hacia mí de nuevo.
-¿no puedes mandarles un mensaje con el número de la habitación?- pregunté triste- no quiero estar sola Alba, no quiero estar sola y que me pase algo..

Alba cogió su móvil escribió algo, cogió la silla se acercó a la camilla y se sentó.
-ya está, ¿tranquila?- me besó la mano.
-si...gracias de verdad.

Hablamos durante varios minutos hasta que aparecieron por la puerta todos, me alegraba de verlos un montón.
Se nos hizo tarde y ya era casi la hora de cenar.
-¿Quieres que nos quedamos?- preguntó Miki mientras se levantaba de la silla.
-No, de verdad, iros al hotel, mañana voy con vosotros y volvemos a la rutina- hice una sonrisa falsa y se empezaron a poner las chaquetas y a salir de la habitación.
-Alba- la llamé y se dio la vuelta
-dime-
-lo siento por fastidiarte el cumpleaños...
-Nat, no me has fastidiado nada, enserio- se sentó en la camilla mirándome- ya hablaremos de esto mañana...
-nos vemos entonces...

Salieron de la habitación, al rato apareció un chico con mi cena, cené y me fui a dormir, tenía miedo a dormir y no volver a despertarme, pero caí del cansancio.

ALBA POV

Salí de la habitación, el doctor me sujetó del brazo dándome un susto.
-perdona, tengo que decirte una cosa- dijo serio.
-dime-
-Natalia, mañana cuando la demos el alta debes de saber que no tiene que hacer esfuerzos- sacó un papel y empezó a escribir.
-¿Vale?...
-mañana os comento a todos que hacer, que descanses- se fue saludando con la mano.
Qué tío más raro...

Llegué al hotel y Miki me abrió la puerta, mañana le daban el alta por la mañana así que tendríamos que dormir pronto.

Salimos del hotel en rumbo al hospital, abrimos la habitación y Natalia hablaba con el doctor algo alterada.
-¡No pienso tomarme esa mierda!- gritaba Natalia
-Natalia tienes que hacerlo, para evitar esto, ¿No lo ves?
-¿Que está pasando aquí?- interrumpió María la conversación.
-salid conmigo un momento- contestó el doctor.
Salimos de la habitación y el doctor bastante nervioso empezó a hablar
-no puede hacer esfuerzos, podría desmayarse o cosas así, si se pone nerviosa le he recetado unas pastillas para la ansiedad, es lo mejor- le dió un bote a África en la mano.
-no puede tomarse eso- dije recordando la última vez que las tomó.
-lo tiene que hacer solo cuando se ponga nerviosa, después de varios días cuando haya bajado más la inflamación cerebral no le hará falta, pero estos días sí- contestó bastante borde.
-Está bien...- dijo Miki.
Entramos en la habitación y Natalia se estaba vistiendo en el baño, salió vestida y se puso la chaqueta.
-Vamonos porfavor...- dijo alterada

Nos fuimos al hotel y Natalia se acostó en la habitación de Miki y mía.
-quiero irme de aquí- dijo tumbándome en su cama.
-natalia el médico ha dicho que no tienes que hacer esfuerzos, y eres la única que puede conducir la furgo..- dije sentándome a su lado.
-¡ostia la furgo!- gritó Miki cogiendo una chaqueta- está mañana me han dicho que la tenía que aparcar en otro sitio o llamarían a la grúa, ahora vuelvo.

Empecé a reír mientras Miki se iba, miré a Natalia y estaba sería.
-¿Natalia estás bien?
-no- dijo seria- no quiero estar sin hacer nada, he venido a divertirme a vivir y me dicen que tengo que estar como un vegetal en una cama
Se empezó a reír sola.
-Natalia tranquila, solo un par de días y nos vamos- dije rozando su mano.
-¡no lo entiendes!- se levantó gritando- estoy bien, ¡estoy cansada de ser inútil y de estas mierdas!
-Natalia deberías descansar aunque sean dos días- dije levanta mirando como Natalia andaba de un lado al otro de la habitación inquieta.
-¡Qué no me pasa nada! ¿Queréis parar de tratarme como si fuese una enferma?- gritó mirándome fijamente
-Natalia para..- me estaba preocupando- si no paras tendré que darte las pastillas esas...
-¡Encima! ¡Encima me quieres drogar fantástico!- pegó un golpe a un armario.
-Natalia para, enserio, ¡te vas a hacer daño!- grité intentando pararla pero me empujó y caí en la cama.
- no necesito tu ayuda, ¡no necesito ayuda de nadie!- ese tipo de comentaros me hacían daño, pero no entraba en razón estaba rabiosa, se apoyó torpemente con el escritorio de la habitación.
-Alba...- tartamudeaba y se tocaba la cabeza- Alba...
-¿Alba que? ¿Natalia?- pregunté viendo como se tambaleaba.
-me est....me mareo- dijo en un hilo de voz.

Me lancé y la cogí mientras se desmayaba, me senté contra la pared mientras agarraba a Natalia.
-joder Nat....

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Preparaos porque se vienen unos capítulos intensos, y os aviso de que esto no es nada...agarraos que vienen curvas!!
Si os está gustando no os olvidéis de votar el capítulo, compartirlo y comentar que os ha parecido o que sentís
Nos vemos!! ♥🤘

Despacio // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora