55. Rescate parte 2

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He escrito el capítulo con esta canción en bucle, por si queréis escucharla mientras leéis 😉

NATALIA POV

Cada día que pasaba me encontraba peor, ya no era como antes, antes me tomaba la pastilla y cuando se me pasaban los efectos secundarios me estabilizaba, ahora sin tomarme nada siento que algo me tira hacia la oscuridad, es agotador no poder hacer nada y estar en este trance todo el día.

Ya era casi por la noche y me tiré todo el día encerrada, mirando por la ventana, dibujar me mareaba así que descartado, además seguía encerrada no podía ir a ducharme ya que mi baño no tiene ducha, estoy hecha un asco.

Miro a las cámaras, ¿Por qué hacen esto? ¿Qué tengo? A veces me replanteo si estoy enferma de verdad, pero recuerdo dónde estoy y por qué y se me pasa.

Me tumbé en la cama, me habían traído la cena pero no me apetecía cenar, tampoco había comido mucho, mi cuerpo no quería nutrirse y de ahí que esté tan delgada, me doy asco a mí misma, recuerdo cuando se me notaban los abdominales y hacía deporte, ahora apenas puedo ir al baño sin que me fallen las piernas.

No podía dormir a pesar de estar cansada, pensé en todo, Julia recibía mis medicamentos pero basándonos en ellos, ya tendrían que dejarme salir, ella no estuvo tanto tiempo encerrada. Eso significaba dos cosas, o me quieren encerrada por algo, o algo no va bien y no quieren que nadie lo vea.
Me daban pinchazos en la cabeza así que dejé de pensar y empecé a conciliar el sueño.

ALBA POV

Conducimos hasta el psiquiátrico, son las 4 de la mañana, en teoría ya no había nadie despierto, solo los guardas.
En el coche íbamos Pablo, María, Carlos y yo, estábamos preparados para entrar, no sabíamos que íbamos a encontrarnos pero sí a por que íbamos.

Nos acercamos a la valla y Carlos nos ayudó a subir a todos menos a María, ella se quedó afuera vigilando y tapando las cámaras externas.
Entramos sigilosamente abriendo la puerta con una horquilla (increíble pero cierto) y nos metimos en una habitación a hablar.
-vale, según el mapa hay un guardia de seguridad al final del pasillo, es el único que hay en el hall- susurró carlos- yo me puedo encargar de él, le ato y le tapo la boca, tu Pablo vigila que no venga nadie y tu Alba sube por las escaleras con cuidado y coge a Natalia.
-Tenemos 15 min como mucho, después vendrán muchos guardias más por las cámaras, tenemos que ser más rápidos que ellos.
Nos preparamos y seguimos el plan.

Carlos iba delante de mí con una cuerda, Pablo detrás de él y yo la última, entramos al hall y con apenas una maniobra el guardia ya no estaba, Pablo me hizo una señal con la mano y subí cuidadosamente hacia las habitación.

Me aprendí el mapa de memoria está mañana, no quería ningún problema. Recorrí el pasillo de la planta 3, todo paredes blancas y llenas de barrotes, máxima seguridad desde luego, todas las puertas tenían barrotes abajo, lo demás estaba tapado, se ve que les dan de comer por ahí.

Me acerqué a la última puerta y asomé mi cabeza por los barrotes de abajo asegurándome que era esta, efectivamente ahí estaba Natalia, tumbada en la cama durmiendo.

Intenté abrir la puerta pero estaba cerrada, mierda, con esto no contaba.
-Tú- dijo una voz detrás de mí, me habían pillado estoy acabada, me di la vuelta.
-Me voy a ir de aquí con ella- dije sacando valor de donde no hay- y me vas a dejar irme sin armar escándalo.
-No vas a poder hacer eso- se acercó peligrosamente a mí, estaba muy asustada- sin las llaves de la habitación.

Se acercó y me dio las llaves de ella.
-Llévatela lejos, o irán a por ella- dijo el hombre, me quedé perpleja- me llamo Manu, soy amigo de Natalia, me tengo que ir o me mandaran a la mierda, suerte.

No me lo podía creer, esto era obra de Julia, esa niña es increíble.
Cogí la llave maestra y abrí la habitación, me acerqué a ella, sus pómulos marcados de más, su pelo alborotado y su moratón...

NATALIA POV

Algo me despertó, ¿Estaba Alba a mi lado? No sabía que las pastillas daban alucinaciones, no quería salir de esta.
-Hola Nat, vámonos de aquí- dijo con una sonrisa, me acerqué y le toqué la mejilla.
-Que pena que no seas real- hablaba con ella.
-Nat, estoy aquí de verdad, levanta vámonos-
-No eres real, putas pastillas que buenas son- afirmé tocando su pelo.
-Natalia estoy aquí, no estoy para juegos vámonos- decía continuamente.
-¿Cómo sé que eres real?- pregunté sonriente.

Se acercó a mí y me besó, me quedé perpleja pero le correspondí, hacía mucho tiempo que no aparecías las corrientes eléctricas que Alba despertaba en mí.
-¿ya me crees?- susurró en mi oído.
-Ostia Alba, ¿Cómo has entrado?¿Nos vamos de verdad?- pregunté pletórica por la situación.
-Te lo cuento en casa, vamos- me cogió de las manos, intenté levantarme pero las piernas no iban, no me funcionaban.
-Alba no puedo- dije seria.
-¿Cómo que no puedes?- preguntó seria.
-No me van las piernas, no sé que pasa tengo miedo..- mis ojos se encharcaban, intentaba moverlos pero me costaba mucho esfuerzo.
Alba me destapó y movió mis piernas sentí un dolor mortal por ello.
-¿Te duele?- preguntó tocando mis piernas.
-Me duele moverlas, no que las toques- suspiré- tú sola no me puedes bajar por las escaleras Alba, es imposible.

Me levanté con su ayuda y daba pequeños pasos hacia la puerta, apenas estaba a 3 metros de distancia.
-¿Necesitáis ayuda?- dijo una voz que reconocía a la perfección.
-¡Julia!- mi cara al verla cambió totalmente, me alegraba de verla.

Me sujetó del otro brazo como pudo y entre las dos me llevaron abajo, el ascensor nunca funcionaba por eso no lo cojimos, además tenía llave.
Llegamos abajo y pude ver a Pablo, me encontraba fatal, me consumía en un fuerte dolor de cabeza y en mi abdomen.
-perfecto vámonos- dijo un chico que no conocía.
Julia se separó de mi y me miró sonriente.
-Yo no voy Natalia-
-¿Qué?- pregunté sorprendida y asustada a la vez.

ALBA POV

Mierda, Natalia no lo sabía, Julia decidió que no quería venir, la prometí volver a por ella y eso haría pero primero necesitaba a Natalia en mis brazos.
-¿Qué?- preguntó Natalia sujeta a mi cuerpo todavía.
-Nos vemos agente N- Julia empezó a subir por las escaleras.
-¡Nooooo Juliaa!- gritaba Natalia con la voz rota y llorando a mares.
Carlos se acercó a mí y me ayudó a llevar a Natalia a la valla, entre él y Pablo la pasaron al otro lado y nos montamos en el coche.

-Natalia tranquila- tocaba su cabeza apoyada en mi hombro-
-Julia...-lloraba sin cesar, me destrozaba verla así, pero era necesario.
-Vamos a volver, te lo prometo- quité las lágrimas de sus mejillas.
- No Alba, no prometas nada- dijo seria- he aprendido que las promesas se rompen, es mejor que no prometas nada...
-está bien, entonces ten la certeza de que la sacaré de allí.

Llegamos al piso de Pablo y María, Carlos se despidió de nosotras y se fue.
Entré a la habitación de invitados y tumbé a Natalia encima de la cama, estaba ida, ya no lloraba pero sus ojos estaban tristes, depresivos.

Me fui al baño y me puse un pijama, cogí otro para Natalia no quería verla con esa mierda gris de nuevo.
-Te voy a poner otra cosa- le dije colocando mis manos al principio de su camiseta.
-¡No!- puso sus manos encima de las mías- no quiero que me veas así...
-Natalia te he visto mil veces desnuda porfavor...-dije seria.
-nunca me has visto así, de verdad que no es de buen gusto...- giró la cabeza para no verme.
Cogí su cabeza con las dos manos y acuné sus mejillas.
-me da igual lo que voy a ver, te sigo queriendo igual ¿no lo ves? Ahora déjame ayudarte...

No me contestó, le quité la camiseta y vi sus costillas tan marcadas, apenas tenía músculo, le quité los pantalones y le puse uno nuevo.
-ahora vuelvo- salí de la habitación hacia la cocina, Pablo y María ya se habían ido a la cama.

Me tomé un vaso de agua fría y me comí algunas galletas, fui a la habitación de nuevo y vi a Natalia abrazando a la almohada, me daba tanta pena todo esto, no se lo he dicho pero esta tarde nos vamos a Elche, el guardia llamado Manuel me dio miedo, no quería estar aquí si corría peligro.

Apagué la luz y me metí en la cama, la almohada nos separaba pero noté como su mano se deslizó por debajo de ella hasta tocarme, entrelacé nuestros dedos.
-ya estás en casa- susurré haciendo caricias a su mano.
-te quiero Alba, voy a dejar que me cuides, no voy a ser un problema más- afirmó con la voz ronca.
-yo también te quiero- besé la palma de su mano y me dormí.

Despacio // AlbaliaWhere stories live. Discover now