Capitulo 6

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Habían pasado dos semanas desde que Camila había hablado con Lauren y luego de tanto pensar, por fin había tomado una decisión.

Quizá no fuera la mejor pero tenía que buscar su felicidad, sus padres la apoyaron y estaban de acuerdo con que tenía que irse, así que ya no había marcha atrás, dentro de menos de 24 horas estaría tomando un vuelo con rumbo a Canadá y lo que tenía que importarle ahora era seguir con su carrera y ser feliz, de verdad quería que alguien se preocupara por ella, y ese alguien definitivamente no era Lauren.

Por otra parte Lauren cada día que pasaba estaba más convencida de que Camila era la mujer a la que quería tener a su lado, a la que quería despertar con un beso, con la que hiciera el amor todas las noches, la que sería la madre de su hijo y con la mujer que compartiría toda su vida, la mujer que se convirtiera en su esposa.

Meghan solo se la pasaba exigiéndole cosas, que si necesitaba ropa, que quería unos zapatos nuevos, que necesitaba esmalte y cosas que sinceramente ya la tenían harta, en definitiva, Meghan no era a quien quería.

Los encuentros entre Austin y Meghan eran muy seguidos pero eran tan cuidadosos que lo hacían cuando las chicas no estaban cerca ya que según ellos Camila iba a ser de Austin y como Lauren se iba a casar con Meghan, las cosas no podrían ser mejores.

Eran exactamente las 8:12pm cuando tocaron la puerta de la ojiverde, estaba sola, Meghan había ido de viaje a New York con sus padres, o eso fue lo que le dijo a ella, y regresaría dentro de dos días.

Dejo en un lado del sofá su cuestionario de arquitectura y se levanto para abrirle a quien sea quien la molestaba.

Al abrir lo primero que hizo fue agrandar los ojos, frente a ella estaba Camila, vestía un abrigo rojo que cubría hasta la mitad de su muslo y unos tacones negros. Lauren la recorrió con la mirada de arriba abajo y trago saliva con dificultad, una vez más se convenció de que ella era la mujer más hermosa que había pisado la tierra y se maldijo por ser tan idiota al dejarla ir.

Simplemente esa había sido su mujer, la mujer que le entrego su virginidad aquella noche del baile, la mujer as sexy y tierna de todas, la cual daría todo para que regresara a su lado.

Se hizo a un lado para que pasara y al cerrar la puerta se giro para hablar con ella pero al ver que se había quitado el abrigo y solo tenia puesta ropa interior de encaje color negro sintió como algo bajo sus vaqueros cobraba vida, Camila debió haberse dado cuenta porque bajo la mirada y se mordió los labios de una manera tan sensual que casi en ese mismo momento Lauren se lanzo encima de ella para besarla, pero no lo hizo, se controlo.

Aunque el cuerpo de Camila la llamaba para que recorriera de arriba abajo con sus labios sabía que no era lo correcto. Pero, pensándolo bien, ¿desde cuándo Lauren Jauregui hacía lo correcto?

Camila la sorprendió cuando se abalanzo sobre ella para besarla, la pego contra la puerta y tomo sus labios con desesperación, metió su lengua en su boca sin permiso y empezó a jugar con los botones de su camisa al mismo tiempo que sus lenguas batallaban por tener el dominio total.

– ¿Qué es lo que estás haciendo? –la ojiverde suspiro pesadamente.

–Quiero tener una última noche con mi mejor amiga, como en los viejos tiempos –murmuro con voz sexy.

No dijo nada más y bajo la mano al bulto que estaba entre las piernas de Lauren al mismo tiempo que besaba su cuello de forma salvaje, iba a dejar marcas para que supieran que esa mujer era suya, no le importaba que todos lo supieran, de todas formas no era ella quien tendría que soportar a la idiota de Meghan gritando por las marcas en su cuello.

Mientras Camila seguía acariciando la erección de Lauren esta le regalaba pequeños gemidos entrecortados. La morena se canso de esperar más y de un tirón desabotono la camisa de la ojiverde, haciendo que los botones salieran volando y cayeran en algún lugar de la sala.

Beso sus labios otra vez y ahora al alejarse dio un pequeño mordisco en el labio inferior haciendo que esta se pusiera mas rojo de lo que ya estaba. Fue bajando su mano derecha por el marcado abdomen de Lauren sintiendo así los músculos tensarse bajo su tacto, bajo un poco más y se deshizo del cinturón que no le permitió el paso.

Con suma destreza se libro del botón de los vaqueros y bajo la cremallera, coloco sus manos a los lados y los bajo hasta que quedaron sobre las rodillas de Lauren, regreso a sus labios y jugueteo un rato con su lengua para luego quitar la camisa por los hombros y sonrió al ver que el broche del sujetador estaba por el frente, se lo quito y la miro con detenimiento. Sabía que podía parar y dejar a su amiga con un dolor que nadie podía aguantar, o también podría darse placer frente a ella para así hacerla sufrir más.

Sin embargo opto por tomar uno de los duros pezones entre sus dientes y chuparlo un poco, Lauren soltó un gruñido y llevo a Camila hasta sus labios de nuevo. Inmediatamente sintió como la ojiverde empezó a buscar el broche de su sostén así que se separo bruscamente haciendo que esta soltara un gruñido de frustración.

–No, Jauregui, eres una chica mala –negó en desaprobación–, esta vez soy yo la que va a tomar el control de todo, y después puede que te deje hacer algo.

–Siento que me voy a morir si no haces algo con esto –gruño frustrada mirando hacia abajo.

–Que desesperada eres, yo quería jugar un poquito más, pero en fin –empezó a ponerse el abrigo.

– ¿Qué crees que haces? –pregunto confundida.

–Por palabras equivocadas todo termina –dijo simplemente–, ya se me quitaron las ganas –se encogió de hombros y salió del departamento

Lauren no podía creerlo, Camila la había dejado con las ganas y con un dolor tremendo en la parte más sensible de su cuerpo. Resignada y sabiendo que ella no volvería para terminar lo que estaban haciendo, se subió los vaqueros a tropezones, se puso el sostén y recogió su camisa del piso. Negando con la cabeza y sintiendo como toda la excitación se convertía en enojo fue a buscar otra camiseta para así seguir estudiando.

Camila llego a su departamento y al entrar solo una carcajada, la cara que había puesto Lauren cuando salió del departamento no tenia precio, cuando estaba a punto de quitarse el abrigo la luz de la sala se encendió haciendo que gritara por la sorpresa y que sostuviera fuertemente los lados de su abrigo.

– ¿Qué demonios haces aquí? –espeto enojada.

–Nada, vine a despedirme de ti, pero no estabas, así que me quede a esperarte –hablo seria.

–Dinah, ¿te das cuenta la hora que es? Son casi las 11:00pm, y tu aquí en mi casa, a oscuras, sentada en la sala.

–No tengo la culpa, llegue aquí a las 8:00pm, llevo esperándote toda la noche, ahora dime, ¿Dónde estabas?

–Fui a comprar unas cosas que me hacían falta, y tuve que ir al otro lado de la ciudad –se soltó a reír.

–En la zona donde vive Lauren, ¿verdad?

–Algo así, fui a verla pero no paso nada, Dinah–recordó una sonrisa traviesa.

–¿Entonces? Ya cuenta –soltó ansiosa.

–Bueno, es que quería ir a verla para despedirme, pero después se me ocurrió algo malévolo, fui a su departamento y la bese, todo ese rollo, resulta que al final ya solo tenía puesto el bóxer, y yo salí de ahí así que ella se quedo gruñendo y maldiciendo –termino de contar riendo.

–Eres cruel, pero me gustaría haber visto su cara –rió también.

Luego de esa pequeña charla Dinah ayudo a Camila a hacer su maleta, termino casi a los 2:00am y se fueron directamente a dormir, la morena tenía que dormir ya que tendría un cansado vuelo a las 10:30am, lo que le dejaba solo seis horas y media de descanso.

Best friends (Camren G!P)Where stories live. Discover now