Best friends (Camren G!P)

Capitulo 26

—¡Lauren! —chilló cuando entró en ella de una sola vez.

Camila se aferró a la espalda de piel blanca y empezó a gemir en su oído cada vez más fuerte a medida que aumentaba la velocidad de sus embestidas, sentía el orgasmo hacerse cada vez más grande a cada embestida, pero estaba muy equivocada si creía que eso sería todo. Lauren soltó una maldición cuando sintió el sexo de su novia ponerse aún mas apretado de lo que ya era, dificultando la manera en que entraba y salía, de inmediato sus testículos se empezaron a contraer, anunciando la llegada de un nuevo orgasmo.

Gruñó al tiempo que sintió las paredes de Camila contraerse todavía más y mordió su labio inferior para no gritar cuando se corrió dentro de la morena. Completamente exhausta salió de ella y se tumbó a su lado, el centro de su pecho se veía claramente enrojecido por el esfuerzo y en el sexo de Cassie goteaban esperma y fluidos.

Sinceramente, había pasado un montón de tiempo desde que habían mantenido las relaciones sexuales, desde la vez que tuvieron la cita no había pasado nada entre ellas, por lo menos Lauren no lo recordaba.

Había pasado tanto tiempo que casi se le olvidaba qué hacer, y era en serio, cuando estaba en su época de mujeriega tenía sexo prácticamente todos los días, y disponía un cambio enorme que después de dos meses lo haya hecho por primera vez con su novia. Había sido idiota al no dejarse seducir por Camila todas las veces que intentó algo, claro que lo hacía por cuidar del pequeño bebé que estaba en su vientre, pero igual una vez cada que se podía no hacía daño, y con solo pensarlo, el pene se le endurecía nuevamente.

Ella que pensaba que el hecho de que Camila estuviera embarazada sería malo, y no por tener el bebé, porque Dios sabía que ya lo esperaba con ansias, sino porque pensó que estando en gestación no tendría tiempo de excitarse, vaya equivocación, por lo visto Normani tenía razón, las embarazadas eran más hormonales y mucho más sensibles de lo normal, ¿por qué demonios no se puso en acción antes?

Sus divagaciones se fueron al olvido cuando sintió que Camila se sentaba sobre su abdomen y la besaba en los labios al mismo tiempo que se movía lentamente, rozando su necesitado sexo contra el tonificado abdomen, se le escapó un gemido al sentir los flujos vaginales y su esperma siendo regados por su estómago, justo por encima de su completamente erecto pene y debajo de su ombligo.

Un escalofrío la recorrió por completo cuando Camila bajó a besar su cuello dificultosamente debido a su barriga de embarazada, y con sus manos masajeaba sus dos pezones que no podían estar mas duros.

Tragó saliva forzosamente cuando la morena se levantó de ella y ahogó un gemido cuando sintió su pene entre las delicadas manos de su novia, ésta llevó su dedo índice al glande enrojecido y acarició en círculos hasta que el líquido preseminal empezó a salir, sonrió con malicia y se llevó el dedo lentamente a la boca para lamerlo de manera sexy y después bajar la mano de nuevo pero esta vez para tomar su eje.

Camila bajó con besos húmedos desde su mandíbula hasta el hueso de su cadera para luego de un momento sacar la punta de su lengua y llegar a la vena de excitación, recorrió lentamente de arriba a abajo hasta que sintió cómo temblaba debajo de ella, sintió a Lauren estremecerse cuando abrió la boca y metió la punta de su pene en ella, jugando con el orificio donde salía su esperma con la lengua, la ojiverde lanzó una maldición y arqueó la espalda cuando tomó toda su polla dentro de su boca al mismo tiempo que acariciaba sus testículos, rozó con sus dientes de arriba a abajo repetidas veces de forma suave hasta que sintió el caliente esperma de Lauren correr por su garganta, sonrió con satisfacción y besó sus labios por un leve momento para después bajar de la cama e ir al cuarto de baño.

•••

—¿Dónde está la ojiverde culona? —Dinah la buscó con la mirada.

—Dormida —sonrió inocente.

—¿No se supone tiene que cuidar de ti? —Normani alzó una ceja.

—Está muy cansada y yo estoy bien —las tranquilizó.

—¿No estará enferma? —Ally frunció el entrecejo.

—Por Dios —rodó los ojos—, ya les dije que está bien.

—Estamos nerviosas, Camila, ya casi nace el bebé y no queremos que les pase nada —la más bajita sonrió.

—Lo sé y las entiendo, pero no es como si fuera a morir luego de dar a luz.

—Entiéndenos, Mila, como tus amigas y futuras madrinas del bebé tenemos que preocuparnos, por ti, el bebé y la otra holgazana que tiene por madre.

—Además, entre más te cuidemos menos probabilidades hay de que estés sola cuando entres en trabajo de parto.

—Lo sé, pero, ¿no creen que visitarme todos los días dos veces es un poco exagerado?

—Para nada —Ally le sonrió dulcemente.

—Ya mejor vengan a vivir aquí —habló de forma sarcástica.

—No es una mala idea —la rubia de estatura mayor en la habitación miró a Ally.

—Claro que es una mala idea —Lauren bajó las escaleras en pijama y medio dormida.

—¿Por qué? —Normani, que hasta ese momento había permanecido en silencio centró su atención en ella.

—Yo sé —Dinah sonrió con malicia.

—¿Por qué? —su novia la miró confundida.

—Es que Camila gime tan fuerte que no nos dejaría dormir —se encogió de hombros.

—¡Claro que no! —la mencionada le lanzó un cojín, completamente indignada.

—Claro que sí, tienes razón, Dinah —la ojiverde puso cara de compresión.

—¡Lauren! —la miró enojada mientras todas reían.

—No te enojes, Mila, de todas formas sabemos que es verdad.

—Estoy segura de que Lauren es la dominante —Ally se rio del rostro de la morena.

—Entonces no quiero vivir aquí —Normani les siguió el juego sin parar de reír.

—Tranquila, amor, sabes que no me importa que grites hasta dejarme sorda —bromeó la ojiverde.

—La que gritó anoche hasta que le dolió la garganta fuiste tú, ¿no recuerdas? —la desafió con la mirada.

—¡Camila! —se sonrojó y todas volvieron a reír.