"Ahí, entre el suave perfume de las flores y los relatos de Juliette acerca de su primer semana de clases, las pláticas de Joseph sobre sus nuevos compañeros en el trabajo y el tintineó intermitente de las luces que colgaban del balcón; Benjamin se...
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O del encuentro sorpresivo
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Juliette tenía al mejor papá del mundo.
Cuando se sentía enferma, papá le daba mimos, le preparaba sopita de verduras y se quedaba con ella toda la noche y todo el día hasta que se sintiera bien. Cuando tenía pesadillas, papá la cargaba en brazos y revisaba todo su cuarto en busca de monstruos y después la dejaba dormir con él. Le encantaba que le leyera cuentos porque su papá hacía voces extrañas y caras divertidas y le gustaba viajar con él en el auto porque ambos cantaban canciones.
¿Acaso no era el mejor papá del mundo?
Siempre hace cosas por ella, como levantarse antes para prepararle unos hotcakes, ver tutoriales de "peinados para niñas fáciles" en Youtube, construirle casitas y castillos con cajas de cartón, ayudarle con las tareas y tener documentado cada uno de sus festivales escolares. Julie lo amaba y él la amaba a ella y eso los convertía en el duo Mazzello.
También ama a sus abuelitos, apenas pasaron unos días desde que llegaron a Londres y ya los extraña mucho. Siempre hacen video llamada todas las mañanas y le preguntan por cómo les ha estado yendo.
Entonces ella les contó que su nuevo departamento es un poco más pequeño, pero muy bonito y aunque no tienen jardín, hay un balcón que quieren llenar con flores, que en su nuevo colegio tendrá nuevas clases y que ha hecho nuevos amigos. Entonces les platicó que su papá le dio permiso de practicar rugby.
Juliette pasó más de cinco minutos tratándole de explicar a sus abuelitos como se jugaba ese deporte "Es que tienes un balón en forma de huevo gigante y tienes que pasarlo, no abuelito, con la mano. Bueno, ósea si puedes patearlo pero no siempre. No abuelita, no hay porteros porque no es soccer" al final decidió recurrir al "es como el futbol americano, pero distinto y no se usa protección" y ahí fue cuando su abuelita puso una cara de horror tras la pantalla exclamando lo peligroso que era ese deporte mientras su abuelito la miraba divertido a lado.
–¡Joseph! ¿Cómo permites que mi Julie practique ese deporte?
El hombre -quien hasta ese momento se encontraba preparando el desayuno- se integró a la videollamada.
–Mamá, no te preocupes. Te sorprenderías la cantidad de niños que juegan rugby en este lugar.
–Yo creo que es bueno que Julie aprenda eso. Así cuando alguien la moleste, ella puede taclearlos y embarrarlos en el suelo. – intervino su abuelito y Julie le sonrió en acuerdo.
–Pero...
–Yo también estaba dudoso al principio, mamá. – Interrumpió de nuevo el padre – pero las clases son muy buenas, Julie apenas lleva una semana ahí pero se ha divertido mucho y les enseñan muchas otras cosas como el trabajo en equipo y la perseverancia. Benjamin es muy bueno en lo que hace.
