"Ahí, entre el suave perfume de las flores y los relatos de Juliette acerca de su primer semana de clases, las pláticas de Joseph sobre sus nuevos compañeros en el trabajo y el tintineó intermitente de las luces que colgaban del balcón; Benjamin se...
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¿Recuerdan que les dije que la historia predecía momentos futuros del hardzzello? Pues al parecer saca a relucir algunos del pasado. Jajajaja, esta semana se repostearon fotos de Ben en una visita a un colegio hace unos años, acá tienen un vistazo del entrenador Ben
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O de aquellos sentimientos que no podemos explicar
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Menta. Benjamin Jones olía a menta.
Lo supo Joseph en cuanto se dieron ese abrazo la noche de su cumpleaños y tan fijado quedó ese aroma que ahora difícilmente podía olvidarlo.
No lo hizo cuando regresaron a la sala de la casa de Ben luego de compartir aquel momento de conversaciones personales e íntimas. Esa noche, mientras ayudaban a recoger las cosas del festejo Joe se vio sorprendido con ese olor que emanaba suavemente los cojines del sofá, que se desprendía de las cortinas al mecerse con el viento y que juguetonamente se colaba entre sus fosas cuando menos lo esperaba.
Le asombraba el haber pasado desapercibido por tantos días aquel perfume que Jones seguramente utilizaba pues fue sólo después de su cumpleaños cuando comenzó a notarlo; incluso llegó a pensar que era una nueva adquisición del rubio ya que en los últimos días, solo bastaba con acercarse al campo de rugby para recoger a su hija del entrenamiento y el suave y refrescante aroma a menta ya danzaba a su alrededor.
Y ahora, cerrando la puerta de su departamento luego de despedir a Benjamin, su aroma seguía ahí.
Ese día dedicaron toda la tarde a seguir armando la cama de Julie; hicieron avances significativos y luego de arduo trabajo, por fin ese pasillo y la dichosa resbaladilla estaban fijados al techo del camarote del barco.
