Capítulo 28 (Final)

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A Thousand  Years

Christina Perri

Sebastián  

Después de llevar las cosas a casa de mis padres me fui a buscar a Max quien me estaba esperando en el departamento de Valentina, al llegar sólo estaba él y la niñera debido a que Valentina estaba en el GYM, con razón ese cuerpo tan hermoso, sacudo mi cabeza para no pensar en esas cosas frente a mi hijo que siempre me está observando, no sé cómo antes no me había dado cuenta del parecido entre él y yo hasta que vi fotos mías de pequeño era como una reencarnación sólo que él tiene los maravillosos ojos de su madre y su color de pelo.

-Puedo hacerte una pregunta papi. - dice Max desde el asiento trasero.

-Claro que si campeón las que quieras. - respondo aún con la mirada en el camino.

- ¿Tu y Mami se quieren? - pregunta él haciendo que lo mire por un instante por el retrovisor.

-Claro que sí. - respondo recordando como lo hicimos anoche, si eso no era amor entonces que se retire cupido.

-Y ¿porque no vivimos juntos entonces? - como rayos le respondo eso a mi hijo que no tiene ni idea del drama entre su mamá y yo, apenas estoy aprendiendo a ser papá como rayos me defiendo sin meter la pata.

-Pues... la verdad no sé cómo responderte Max, pero te aseguro que eso va a cambiar pronto, seremos una familia ya verás. - al imaginarme eso la sonrisa empieza a dibujarse en mi cara, claro que quisiera tener una familia con ellos creo que he vivido todo el tiempo esperando que ese sueño se vuelva realidad.

El resto del camino Max se concentró en los juegos que tenía con él, suspire al saber que ya no vendrían más preguntas que no sabía cómo responderle a un niño de siete años con mente de diez, no puedo evitar mirarlo de vez en vez es como si aún no me creyera que él sea mi hijo, desee tanto tener un hijo que verlo tan tierno y con esa sabiduría me hace sentir como si esto fuera un sueño, feliz.

Llegamos a casa de mis padres y como siempre ellos se volvieron locos con Max, quien diría que después de todos estos años ellos verían un nieto, porque yo no tenía ningún plan de embarazar a cualquier loca que se me pusiera encima, por lo que darle un nieto era algo casi imposible. Nos pusimos a almorzar los cuatro juntos cosa que no hacía con mis padres desde que me separé de Ashly y eso que iba por obligación y de mala gana a diferencia de hoy que el ambiente está tranquilo mientras almorzamos, mis padres se la pasan atentos a Max con todo el interés en lo que sea que mi Campeón esté diciendo, es tan amigable y abierto con los demás que podrías pasarte horas hablando con él y no te aburrirías, me siento un padre orgulloso.

Ya en la tarde después de haber complacido a Max con el juego de Football él se fue adormir un rato mientras que mis padres estaban en sus deberes, el timbre suena y como la señora del servicio está algo ocupada en la cocina me dirijo a abrir encontrándome con la mujer más bella que mis ojos hayan visto Jamás, no sé qué hace ella pero cada ropa que se pone hace que quiera devorarla sin pensarlo, tiene unos pantalones cortos jean dejando al descubiertos esas piernas que me vuelven loco con una camisa de tela fina negra a juego con unas zapatillas altas de aguja negras, sin poder evitarlo me dedico a mirarla de arriba abajo hasta que vuelvo a mirarla a la cara dándome cuenta que tiene las mejillas coloradas.

-P-puedo pasar. - dice ella tratando de ocultar su nerviosismo a causa de mi mirada.

-Claro, disculpa. - rasco mi cabeza como un tonto, debí hacerla pasar hace unos segundos. - que te trae por aquí. - pregunto mientras ella pasa por delante de mí, ¿qué colonia usará? sea la que sea huele a gloria.

No Cambiaría Nada...Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ