Mortal

XX

Capitulo veinte.

La muerte es lo único que da valor al riesgo ya que temes perder la vida.

Yo era de las que apoyaban el pasar página tras perder a alguien o algo, dejar que el tiempo fluya y olvidarlo. Pero ahora que tengo frente a mí a la persona que creí muerta, noto que nunca se debe dejar a atrás a alguien que pierdes, esa persona siempre debe estar en tu vida ya sea como un recuerdo o con la esperanza de que vuelva, en el caso de que este vivo.

-Que te ocurrió?- pregunto.

Cloe borra su sonrisa instantáneamente -Sobreviví, eso es lo que importa- contestó.

Visiblemente ella había cambiado. Su cabello negro ahora era más largo, las cicatrices que antes llegaban hasta sus muñecas de expanden por todo el brazo derecho y en el izquierdo llegan hasta el cuello, parece no haber comido en días por lo delgada que está y ya no sonríe como antes, ahora parece forzar una expresión de felicidad y soportar el dolor.

-Donde estuviste desde que escapamos del laboratorio?

-Yo no escapé...- dice en un susurro casi inaudible.

Entonces estuvo todo este tiempo con Inaham...

Las cicatrices extendidas y su apariencia tienen más sentido tomando en cuenta lo que abra sufrido como castigo por nuestro escape.

-Fue mi culpa, no debí dejarte atrás- Suelto esas palabras a pesar de que se que son más para mí que para ella, me siento culpable.

Cloe dirige su mirada a la cabaña en el fondo -Deberías volver a tu casa- dice y vuelve a colocarse la capucha.

Ella no plenea venir?..

-No- respondé a mis pensamientos -Yo... Haylee, hay cosas que no se pueden arreglar de un momento a otro. Lo mejor es que arregle mis problemas para poder verlos de nuevo...

¿Verlos?

-Te refieres a Jer y Ollie?

-No. Me refiero a mi familia biológica- aclara.

-Sabes lo que Caitlyn- digo en forma de afirmación pero aún así Cloe asiente.

-Lo se desde que pude leer su mente por primera vez- confiesa -Todo lo que sé es porque leí sus mentes, no por que ellos tuvieran el valor de decirlo.

Auch.

-Y por qué estás aquí, entonces?

-Para pedirte que abras lo que deje en tu puerta, sé que habías pensando no abrirla por miedo, pero hazlo.

Abro la boca para contestar pero me silencia la voz de otra persona soltando una maldición.

Cloe sonríe con nostalgia y suelta una risa demasiado triste. Decido girarme a ver de quién se trata y encuentro a Jer detrás de mí.

-Hola, Parker...- saluda Cloe.

Jeremiah se queda sin palabras, sumiendose en sus pensamientos en busca de respuestas que no encontrara.

¿Por que todo tiene que ser tan complicado? Mis dos hermanos están enamorados hasta el fondo y ambos sufren de los típicos triángulos amorosos.

-Estoy feliz de verte, Evens.

Por que ambos se tratan con tanta frialdad?

Se genera un silencio incomodo junto con las miradas de ambos conectadas.

-Fue un placer reencontrarme con ambos- dice cloe -Espero que haya un segundo reencuentro.

Al segundo de decir eso, la pelinegra desaparece entre la niebla que adorna el gélido paisaje. Jer no habla pero camina en dirección a casa. Ambos entramos y me encargo de cerrar bien la puerta.