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Se encontraba en la habitación de su primo. No hacía mucho que se habían ido de la casa de Johnny. Blanca miró la hora ni bien había comprendido toda la lección dada por el hermoso, carismático e irreal Alistair.

-Debo decirlo, ese tipo es un mago—habló Freddy— Me Cuesta creer que hizo memorizarte las capitales sin que te equivoques en algo.

-Tranquilo, yo también siento como si estuviera en un sueño—se encontraba acostada boca arriba en la cama de su pariente, recordando cada segundo en la escuchaba la voz de Alistair repitiéndole La Capital de China— Tiene un lindo acento para decir: Beijing.

-Es eso o tus oídos se han embobado con su voz—soltó una risa— Creo que hasta te encantaría su entonación si maldeciera—y entonces la mente de la rubia comenzó a divagar, tratando de imaginar cómo sería la voz del chico diciendo alguna palabrota. Debía admitirlo, su Primo no se equivocaba respecto a eso— ¿Estás preparada para el lunes?

Blanca se incorporó en la cama con una enorme sonrisa digna de un comercial de pasta de dientes.

-Nunca me sentí tan Segura.

-¿Segura segura?

-Segura segura—aplastó su puño contra su Palma, acompañando la accion con su ceño fruncido— Ya veras, me sacaré un diez.

-Si eso llega a pasar, te regalare esa camiseta larga que viste en la avenida—la rubia se paró sobre la cama y señaló al chico como si estuviera dándole una sentencia.

-Reto aceptado—soltó una risa maliciosa que hizo que Freddy abriera un poco los ojos y arqueara una ceja.

-Creo que tanto estudio te ha quemado la poca cordura que te quedaba, y es solo un examen—suspiró. Se preguntaba si su prima aguantaría estar haciendo ese arduo trabajo en cada examen que tenía.

Freddy se rascó la nuca y quedó viendo a Blanca, la cual seguía parada sobre la cama. Tomó una pelota pequeña de goma que tenía y se la tiró con fuerza haciéndole chillar por el susto.

-¡Bájate de mi cama!


Se encontraba en la mesa de adelante junto a los demás que habían reprobado el examen de geografía. El profesor se mantenía erguido frente a ellos con los brazos cruzados y la mirada clavada en sus manos, en busca de algún movimiento sospechoso.

Mientras tanto, Casandra estaba en su asiento mirando con atención la espalda de su mejor amiga. Hacía incontables muecas, preocupada como si ella fuera la que estuviera en aquella situación. Golpeteó su mesa con sus uñas pintadas de rosado pastel con detalles de pequeños diamantes.

-Si que está concentrada...—escuchó.

-Está escribiendo mucho, eso es relajante—le respondió a la persona que le hablo.

Quedó congelada, conocía a la perfección esa voz. Esa insoportable voz que a la vez ella quería.

Volteó alarmada hacia la ventana que tenía a su costado, encontrándose con el rostro de Freddy que se asomaba para verificar que su prima estuviera haciendo la prueba.

-¿Qué haces aquí?—dijo por la bajo. Miró de soslayo al profesor, se agradecía de que éste estuviera demasiado ocupado mirando a los de la prueba como para notar que Freddy estaba de colado en la ventana— ¿No deberías de estar en clase?

-Oh, si, pero pedí para ir al baño. Si que lo necesitaba, no sabes el tamaño que tenía eso...

-¡Calla! No necesito saber el volumen que tenía tu expulsión—le regaño al instante, levantando un poco la voz. Al hacer eso, miró de nuevo al profesor, pero por suerte éste no parecía darle atención. Relajó sus músculos y devolvió su atención al chico de la ventana— Espera, el baño no está afuera. ¿O acaso planeas hacerlo como los animales?—hizo una mueca de disgusto al imaginarse a su amigo en el patio del colegio, cerca de un árbol, defecando.

Just One More Kiss [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora