Just One More Kiss [COMPLETA]

11

Blanca tomó a su Primo del brazo, separándolo de su abuela, no sin antes explicarle a ella que necesitaba de él para algo importante. Le arrastro hacia el pasillo que daba hacía el jardín.

-¿Jonathan y Alistair? ¿No Los he visto hace media hora?

-No lo sé, yo estaba ocupado tratando de liberarme de las garras de nuestra querida abuela—contestó con obviedad y luego suspiró— ¿Alistair no te saco a bailar? Vale, ya entendí que no con ese ceño fruncido—colocó sus manos sobre su cadera, en forma de jarrón— ¿Dónde te dijeron que irían?

-Bueno, Alistair fue a buscar a Johnny al jardín, pero fui y no estaban.

-¡Ya sé! Mira tu teléfono, tal vez te mandaron un mensaje—la rubia, tan rápido como lo escucho, saco su teléfono para ver si tenía algún mensaje de texto por parte de Gray— ¿Y?

-Nada—bufó— ¡Cassy!—chillo ella al ver que la chica se asomaba por el pasillo. Levantó su falda y fue corriendo hacia ella no sin antes tambalearse por los tacos— ¿No has visto a Alistair?

-¿Alistair? Uh, n-no—sonrió.

-¿Te encuentras bien?

-Oh, si, solo un poco de dolor de cabeza—rio nerviosa mientras se señalaba el lugar.

Mientras tanto, Frederick sacó su teléfono del bolsillo del pantalón, encontrando que tenía un mensaje por parte de Jonathan.

Le echo el ojo a las chicas quienes seguían ocupadas charlando y abrió el mensaje.

"Nos tuvimos que ir por unos temas personales, gracias por la invitación.

                —Alistair"

Sabía que debía significar se "temas personales". Guardo el teléfono y encamino hacia las chicas, inventándose alguna excusa.

-Blanki, Jonathan me aviso que Alistair no se sentía bien, así que tuvieron que irse—suspiró— Dice que es el estrés, no ha podido descansar bien últimamente.

-Oh, pobre—contestó Blanca con tristeza.

Freddy noto la mirada interrogativa en el rostro de Casandra y su quijada se endureció por ello. Ella sabía que mentía, detestaba a la inteligente de Cassy. Cuando su prima no estaba viéndole, decidió hacerle una seña para que cerrara la boca y no preguntara nada.

-¡Chicos!—exclamaron el señor McCarter y el señor Van Zeeland— ¿Dónde está Alistair?

-Sé tuvo que ir, no se sentía bien.

-¡Rayos!—chillaron—¡Esto es tu culpa!—dijeron al simultáneo y señalándose acusadoramente.

Alistair abrió los ojos con pesadez al escuchar la alarma de su teléfono. Gruño cuando Jonathan también lo hizo, no era cómodo tenerlo sobre él. Estiró su brazo para tomar el teléfono y apagar la alarma, debía ir a su casa, hacer las compras y luego ir al trabajo.

-John, salte—dijo entre un queja, y ante otro gruñido decidió empujarle hasta lograr salir. Busco con la mirada el saco del traje, el cual recordó que era prestado— Rayos...—ahora tenía otra tarea, planchar el traje, y posiblemente el de Jonathan también.

Salió de la habitación, encontrándose con el hermano menor de su amigo.

-Buenos días, Al—hablo el menor quien bebía un vaso de agua, tenía la camiseta sudada y los pantalones sucios.

-Buenos días, ¿que anduviste haciendo?

-Ayudando a la señora Wilson a pintar su cobertizo... y a limpiarlo—dejó el vaso con cansancio y sonrió— Pero al menos me pagó.