30

0 0 0
                                    

-Y eso—Casandra suspiró— Eso es todo lo que ha pasado y lamento mucho no habértelo comentado—tomó asiento en su cama, abrazando un peluche de conejo con su mano desocupada— Alistair está mejor ahora, ¿pero puedes venir?

-¡Claro que iré!—chilló Blanca— Entiendo que no me hayas dicho nada, era un tema de Alistair. Ni Johnny sabía—Casandra sonrió ante lo comprensiva que era la rubia— ¿Sabes que? Si tenías razón con lo que pensabas de Alistair. Mamá Cassy siempre tiene razón...—ambas rieron ante eso— ... ¿o debería decir Sysy?

-Ay no, ¿Te lo dijo?

-Es un feo apodo—ambas volvieron a reír.

-Lo sé—sonrió ampliamente— Te espero, trae algo para comer, Jonathan ya asaltó el refri.

-Vale, see you.

Movió su cabeza de un lado para el otro tratando de relajarse. Ahora tenía un poco de paz ya que el rubio se había ido a pasar un tiempo con Minnie, pero duraría poco ya que juró volver en menos de lo que canta un gallo.

Cuando abrió los ojos se sorprendió de ver a Alistair arrecostado en el marco de la puerta y sonriendo. Llevaba una camiseta de su padre, la cual obviamente le queda suelta porque tenían una contextura diferente, y unos joggings negros. No llaman para nada la atención, pero él quedaba tierno.

-¿Necesitas un tiempo de meditación? Puedo prepararte un té si quieres—la chica nego.

-Estoy bien, solo algo contracturada en el cuello.

-Puedo hacerte masajes... si quieres—la chica le quedó viendo mientras se masajeaba ella sola parte del cuello— Y si no quieres también.

-Vaya opciones me está dando, Carlier. ¿Y si lo golpeó por haber elegido que no quiero?

-No me voy a detener hasta haberte hecho un Segundo de masajes porque te los mereces—se acercó a la cama y se sentó a su lado, hundiendo un poco más el colchón— Lindo peluche.

-Te pareces bastante.

-¿Tengo las paletas grandes?—Casandra negó con una sonrisa. Al subió sus piernas a la cama, quedando sentado como indio. Sonrió de lado y luego infló sus mofletes dejando su cara redonda— ¿Así?

-Pareces un conejo gordo ahora—el chico hizo una mueca y luego sonrió ante la risa de Casandra. Posó las manos sobre sus hombros y empezó a hacerle masajes—Tienes fuerza.

-Eso Es por hacer mucho café instantáneo—quedaron un rato en silencio. Alistair deslizo sus brazos por delante de ella, abrazándola. Apoyó su cabeza cerca de su oído y su pecho sobre su espalda.

-Casi entro en una crisis de nervios por tu culpa—murmuro— Pero no quería demostrarlo porque tal vez te hubiera puesto más nervioso de lo que estabas.

-¿Tan nervioso se me notaba?

-Dudo que digas muchas veces que tienes miedo—Alistair quedó en silencio. Era la verdad, no le gustaba compartir sus emociones, sentía que era una información sumamente relevante para la otra persona. Pocas veces había dicho que tenía miedo o se sentía mal, las únicas personas que habían conocido a Alistair sentimental eran su madre y Jonathan, y ahora se había sumado Casandra— ¿Qué pasara con esos tipos?

-Tendré que cumplir mi promesa.

-Bromeas, ¿verdad? Byers no les dara un aumento porque si.

-Sysy, ellos tienen oídos en todas partes. Con solo enterarse que trate de hacerlo mi tasa de muerte bajaría a un diez por ciento—se separó de la chica y se acostó, quedando viendo el techo color lavanda.

Just One More Kiss [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora