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Alistair estaba de espaldas a la entrada del colegio donde asistían las chicas. A lo lejos escuchaba la voz aguda de la rubia, respiró profundo, esperaba que no le viera.

-¡Nos vemos!—chilló la rubia y se escuchó el golpear de la puerta del auto. Alistair volteo lentamente, mirando de soslayo al auto que se iba y que Casandra estaba parada en la vereda casi sola. Suspiró, ya podía acercarse.

-Jace—habló Casandra Antea de que él se acercara, tomándolo por sorpresa— ¿Qué? ¿Piensas que un tipo vestido así no llamaría la atención?

-No pareció llamarle la atención a Blanca.

-Tienes suerte que su mente esté siempre en una nube—le tomó de la mano— Vamos a hablar con esa bruja.



Blanca volteo hacia donde estaba Casandra parada, quería ver si ya la venían a buscar. Frunció el ceño al ver que iba de la mano de alguien que vestía un buzo negro, ¿Cassy tenía un pretendiente y no le había dicho? Infló sus mofletes y volvió su vista adelante, indagaría en quien era.



Los dos estaban parados frente a la reja esperando que alguien les abra. Janice había escuchado sus voces, solo había que esperar que la reja se moviera.

-Busque el apellido Köhler es internet—habló por lo bajo Casandra— Significa carbonero—le miró de soslayo— Así que nuestra hipótesis apunta más a ser correcta... ¿Qué sucede?

-Ella dirá que no sabía nada—murmuró entre dientes— Presiento que me ha estado mintiendo desde siempre. Y eso no es lo que me enoja, sino que es que no me di cuenta antes. Que imbecil.

-Oye, cualquiera hubiera caído, no te tortures—comenzó a acariciarle el brazo. Alistair volteo hacia ella, la sonrisa de Casandra contagió el rostro de chico.

Ambos dejaron de compartir miradas y sonrisas cuando escuchaban posadas sobre las piedras del camino que daba a la gran casa.

Janice estaba del otro lado de la reja con los brazos cruzados y vestida con una bata abrigada de color lavanda.

-¿Qué necesitan?

-Creo que ya sospechas que es si no nos dejas pasar como otras veces—habló primero Casandra con el ceño fruncido. Alistair quedó en silencio, era exactamente lo que sospechaba.

Janice tenía cara de póker, no mostraba expresión alguna, solo podían deducir que sus ojos demostraban cero amabilidad. Sus ojos claros se clavaron sobre el asiático, llenos de odio.

-¿Cuándo pensabas decirme que estaba libre?—pregunto con rabia— ¿Hace cuánto que ya tenían a este chico chequeado? ¿Pensabas que no me iba a enterar?

-Le dijimos que sea cauteloso contigo, veo que fue bastante estupido—Casandra se sintió extraña, Janice no parecía la adorable chica con la que podías tomar té toda la tarde, ahora parecía una arpia dispuesta a arañarte el rostro de una movida. Tensó su mandíbula, ¿así se había sentido Alistair cuando fue usado la primera vez?— ¿Qué quieres que haga?

-No lo sé, Janice, ¿Qué Crees que Quiero?—dijo enojado, Casandra podía jurar que si él pudiera, ya le hubiera saltado a la yugular— Quiero que me desliguen de toda esta porqueria—la chica puso sus manos en la bata, despreocupada.

-Sabes que papá no lo hará—sonrió— Además, dudo que vayas a hacer algo ya que si nos acusas, tú irás a la carcel or cómplice.

Casandra miró de soslayo al chico. Alistair tenía la misma cara de póker que Janice había tenido hace unos momentos. Seguro por dentro quería gritarle y golpear las rejas, pero por fuera parecía una pared, no demostraba reacción alguna.

Just One More Kiss [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora