Capítulo 33

130K 13.6K 1.4K
                                    




¡Hola florecillas!

Bueno... LES AVISO QUE EL MIÉRCOLES NO HABRÁ CAPÍTULO por eso preparen las palomitas que es bien largo!!! (lo hice así para compensar ya que estaré ausente por temas personales)

Nos vemos el próximo Lunes bellas flores!!

No contestó, la distracción por la llegada de los contrayentes al matrimonio interrumpió lo que sería su respuesta y maldecí interiormente porque ansiaba saber que opinaba al respecto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




No contestó, la distracción por la llegada de los contrayentes al matrimonio interrumpió lo que sería su respuesta y maldecí interiormente porque ansiaba saber que opinaba al respecto. La expectación de los recientes novios hizo que en el ambiente se respirase cierto aire de efusividad y fuimos entrando poco a poco en el salón donde se celebraría el convite

-¡Bueno!, ¿Y cuándo es la boda? -preguntó uno de los amigos de Celeste una vez sentados a la mesa.

No habíamos declarado fechas a la prensa, es más, concretamente a nadie pero hacía unos días que barajaba esa posibilidad para que todo fuera más real.

-Pues no esta claro aún...

-En Octubre -dije interrumpiendo a Celeste y constatando a los presentes de que aquello era real para ser más convincente.

-¿No está claro?, ¿O es en Octubre? -preguntó la misma persona.

-En realidad lo que no está claro es el día -dijo ella y me agradó que no lo negase, sino que lo constatase-. Pensé que ya sabríais que era en Octubre.

Su reacción parecía espontánea, pero solo había que observarla para darse cuenta que su tez era rosada y que ciertamente parecía nerviosa.

«Era tan adorable... tan sumamente deliciosa»

-Ca-lla-te -oí su susurro minutos después cuando estaban sirviendo el primer plato.

-Solo di información de dominio público -contesté pareciéndome bastante graciosa aquella riña.

-No quiero que mis amigos estén involucrados en esta estafa que hemos montado -añadió haciendo énfasis en la palabra estafa y no me gustó que lo llamara así, es cierto que todo era un engaño, que la había involucrado en vender una patraña, pero conforme habían pasado los días y semanas cada vez me parecía que era menos ficticio y más real.

-Como desees -respondí sabiendo que ella no se sentía cómoda y supe que no lo hacía porque sentía que estaba engañando a las personas que ella quería.

No me había puesto en su situación, en el hecho de pensar que ella no buscó la situación, sino que básicamente yo la obligué a aceptarla y que era una buena persona que solo intentaba salir indemne de la mejor forma posible.

¿Cómo había podido siquiera dudar de ella un instante? Celeste era la persona más humana que había tenido el placer de conocer y solo ver la cercanía que había tenido con mi hermana me tenía que haber dado a entender que no existían las malas intenciones en ella. Me sentía culpable no solo por haberla engañado para estar en la situación en la que estábamos, sino por dejarme avasallar con los demonios de mi pasado de manera que me distorsionaran la realidad.

El Príncipe Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora