XIII

5.6K 296 48
                                    

POV Alba

Terminé de poner la ropa que había traído en la mochila y la dejé en la entrada para no olvidarme antes de irnos. El sábado estuvimos todo el día encerradas debido al mal tiempo, hoy parecía que no iba a llover. El Sol brillaba con fuerza haciendo incluso que haga un poco de calor.

-Va Nat. -Llamé a Natalia desde el salón.-

-Ya voy, ya voy. -Me dijo desde el cuarto de baño.-

Me miré en el espejo de la entrada arreglando un poco mi pelo. Llevaba puesto unos vaqueros de corte recto, un suéter blanco y unas deportivas. Natalia apareció poco después, vestía una sudadera blanca grande, unos pantalones de chándal negros y unas deportivas del mismo color. Antes de salir ella agarró un gorro negro y se lo puso, las dos agarramos un abrigo y salimos por la puerta.

Nada más bajar a la calle me puse la mascarilla que Manu me había pedido que llevara. Natalia aún se ayudaba de una muleta para caminar, así que caminábamos más despacio. Dimos un largo paseo con calma por el Retiro, comimos en un restaurante por la zona y después decidimos ir volviendo a casa de Natalia.

Era ya por la tarde y en poco deberíamos marchar así que caminamos por las calles de la ajetreada Madrid hasta llegar al apartamento de Natalia. Durante el camino de vuelta varias miradas se clavaban en nosotras, al principio se me hacía raro y después se me hizo incómodo. Era de esperar que la gente se nos quedara mirando, pues Natalia iba coja y caminaba con la ayuda de una muleta y yo llevaba una mascarilla.

Cuando llegamos al apartamento eran menos de las ocho de la tarde . Subimos a recoger las cosas, pedimos un taxi y nos encaminamos de nuevo al hospital. En el taxi no hablamos casi, quedaba aún mucho tiempo para el cierre de luces pero preferimos parar a tomar algo antes de volver a entrar. 

Paramos en un restaurante a solo diez minutos del hospital. Cenamos con calma, yo pedí una sopa de verduras y Natalia un plato de pasta. Al acabar de cenar caminamos sin prisa hacia el hospital. Agarré la mano que tenía libre y ella sonrió. 

-No quiero volver Nat. -Rodé los ojos.-

-Yo tampoco. -Suspiró profundamente.- Solo quedará un mes de recuperación, no te preocupes. 

-¿A qué mes estamos? -Pregunté.-

-Mayo... Creo. -Miró hacia arriba pensando.- Sí, sí, mayo.

-¿Crees que para verano ya podré salir? 

-Claro que sí Albi. -Me sonrió.- 

-Eso espero. -Dije un poco preocupada.-

-Vas a ver que todo va a salir bien. -Me dijo.-

Llegamos al hospital en poco tiempo y cuando llegamos entramos dentro. Nos sentamos en los sofás del recibidor después de que la recepcionista nos lo indicara. Esperamos durante un cuarto de hora, mientras, para matar el aburrimiento nos dedicamos a mirar las fotos que nos habíamos hecho las dos juntas este fin de semana.

-Bueno, bueno. -Dijo Manu acercándose a nosotras.- Mirad quién ha vuelto.

-Nosotras. -Dijo Natalia y las dos nos pusimos de pie.-

-¿Y, que tal? -Preguntó.-

-Todo bien. -Dije sonriendo de lado.-

-Me alegro. -El hombre sonrió.- Espero que hayáis cumplido las normas que pusimos. 

-Sí. sí. -Contesté.- 

-Bueno, ahora acompañadme que volvéis a vuestra habitación.

Seguimos a Manu por los pasillos del hospital. No echaba de menos para nada el característico olor, o las camillas que descansaban en los pasillos. Supuse que mañana me dirían cuanto tiempo de rehabilitación me quedaba para por fin obtener el alta. Llegamos a nuestra habitación y Manu nos dejó tiempo para cambiarnos y acomodarnos, después vendría a comunicarnos ciertas cosas.

Después de media hora vino Manu. Las dos estábamos sentadas en la cama de Natalia jugando a las cartas mientras esperábamos. En cuanto entró a la habitación me cambié a mi cama y me acomodé sentándome en esta. 

-Bueno... Empecemos. -Dijo sentándose en una silla que había en la habitación.- Natalia.

-Dime. -Respondió carismática haciéndome sonreír.-

-¿Has tenido alguna molesta este fin de semana? 

-Me duele al ponerme de pie después de haber estado un tiempo recostada o sentada. -Dijo y Manu iba anotando.- Pero por el resto, todo bien. Me he podido mover bien ayudada de la muleta. 

-Vale. ¿Fiebre, mal estar?

-No. 

-Pues genial. La rehabilitación la vas a retomar mañana. A las once de la mañana tienes cita, ¿Vale?

-Perfecto.

-Toma, tienes que entregar eso antes de entrar. -Manu se levantó para darle una tarjeta a Natalia.-

-Bueno, ahora tú Alba. -Dijo volviéndose a sentar en la silla.-

-Vamos allá. -Dije.-

-¿Cómo te has encontrado este fin de semana? ¿Débil? ¿Cansada?

-No, no. Para nada. -Dije.- Bastante activa la verdad.

-Bueno... Eso es discutible... -Murmuró Natalia y yo le solté una mirada asesina.-

-¿Cómo dices Natalia? -Preguntó Manu extrañado.-

-Nada, nada. -Dijo y encendió su móvil desentendiéndose del asunto.-

-Continua por favor. -Dije un poco avergonzada.-

-Está bien, esta bien... -Rió bajo.- ¿Entonces te has encontrado mal durante el fin de semana?

-No. -Dije.- Solo me mareé un par de veces al despertarme o al caminar rápido.

-Bueno, está bien. -Dijo apuntando cosas en su libreta.- La rehabilitación en la sala cuatro, después de comer a las cinco tendrás cita. -Se levantó para darme una tarjeta parecida a la de Natalia.- 

-¿Esto para que es exactamente? -Pregunté.-

-Es solo para llevar seguimiento en vuestra rehabilitación. -Sonrió de lado caminado hacia la puerta para después marcharse.-

-Bueno, ahora vuelta a esto. -Dijo Natalia levantándose de la cama para darme un pico antes de apagar la luz.- 

-Buenas noches Nat.

-Buenas noches Albi. 

No podía dormir, daba vueltas para un lado y para el otro intentando encontrar una posición más cómoda pero no había manera. Suspiré pesadamente y fue cuando escuché  como Natalia se movió, enseguida giré la cabeza preocupada de haberla despertado pero no fue así, pues seguía plácidamente dormida.

En mi cabeza una marea de pensamientos batía con agresividad. Volví a girarme dándole la espalda a Natalia y fue entonces cuando escuché como se levantó de la cama para tumbarse a mi lado. Me abrazó por la espalda y besó mi cuello haciéndome sonreír. 

-Descansa. -Dijo.-

Cerré los ojos relajándome con las pequeñas y vagas caricias que Natalia dejaba en mi espalda. Me relajé hasta quedarme dormida entre caricias suyas.

La quise

**********************

Hellooooooo.

He resucitado, lo siento. Intentaré estar más activa.

Por cierto no os preocupéis tanto por los pasados en cursiva.

LOVE U.

Sempiterno // AlbaliaWhere stories live. Discover now