Sempiterno // Albalia

Epílogo

POV Natalia

5 años después

-¡Alba nos vamos ya que tenemos el día super atareado!

-Ya voy, ya voy. -Dijo peinándose un poco con la mano el corto pelo que lucía.- ¿Voy bien?

-Tú siempre cariño. -Dije abriendo la puerta del apartamento.

-Adiós Queen. -Dijo Alba acariciando a la gata que teníamos en casa.

Subimos al coche y cuando entramos suspiré mirando la hora, ahora iríamos al hospital para unos resultados de los análisis de Alba, después pasaríamos el resto de mañana en la galería de arte y por la noche tenía preparada una sorpresa.

-Es muy pronto para estar despiertas. -Me dijo Alba.

-Bueno no es mi culpa que te den cita con el médico a las ocho de la mañana. -Reí bajo.

-¿Qué crees que dirán los resultados?

-Adivina no soy Alba pero lo que tengo claro es que digan lo que digan voy a estar aquí para ti.

-Lo sé... Pero...

-Nada. -Sacudí la cabeza cambiando de tema.- ¿Tienes la dirección de la galería de arte apuntada?

-Sí, sí, lo tengo todo. -Miró por la ventanilla.

-Albi... ¿Qué pasa?

-Que hoy puede ser uno de los mejores o peores días de mi vida.

Me quedé callada y aparqué cerca del hospital, bajamos del coche y agarré a Alba de la mano. Caminamos menos de cinco minutos hasta el hospital que tanto conocíamos y nos sentamos en la sala de espera. La razón por la cual Alba estaba tan nerviosa era por esta cita era porque le daban los resultados de las últimas pruebas que se hizo, que determinarían si su cuerpo está completamente libre de células cancerígenas.

-¿Alba Reche? -Nos llamó Manu ye entramos a la consulta.

-Manu, cuanto tiempo. -Dije saludándolo.

-Pues si la verdad. -Dijo sentándose en su silla, nosotras tomamos asiento también.- Es que he cambiado de horarios de consulta, es por eso que nos vemos menos. -Sonrió de lado y miró a Alba.- Bueno.

-¿Bueno qué? -Dijo Alba nerviosa.

-Pues... -Buscó en su mesa un dossier que entregó a Alba.- Eso es para ti, resume todas las pruebas a las que te has sometido y etcétera.

-¿Y?

-Un cáncer se da por superado si en cinco años no se vuelve a producir una recaída. -Miré a Alba y su cara se iluminó en una amplia sonrisa.- Es por eso que me enorgullece comentarte que oficialmente has superado la leucemia linfoblástica aguda.

-¿Enserio? -Dijo Alba alegre.- ¿Es de verdad, es de verdad, es de verdad? -Se levantó de la silla y yo hice lo mismo, ella dio un saltito para abrazarme y la agarré con fuerza para que no cayera.- Muchas gracias, muchísimas gracias de verdad.

Una felicidad inundó mi cuerpo y sin darme cuenta me puse a llorar, Manu también estaba emocionado. Pasaron unos minutos hasta que nos calmamos, le dimos las gracias a Manu de nuevo y después volvimos al coche. No había mejor sensación en el mundo que ver a Alba así de feliz, porque se lo merecía, por todo lo que había luchado.

-¿A qué hora hay que estar allí? -Pregunté.

-A las diez, son las nueve y dos. -Dijo ella abrochándose el cinturón.- ¿Has llevado la moto al taller?

-Sí, sí. -Tardé un poco en contestar porque estaba concentrada sacando el coche de dónde habíamos aparcado.

-Me alegra que vuelvas a usar la moto a veces. -Me dijo ella.