XXV

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POV Natalia

Corría y corría y no podía escapar de ahí. Todo estaba tan oscuro, quería encontrar la luz pero no había. Tocaba las paredes que poco a poco se iban encogiendo, quitándome espacio, me hacía más y más pequeña. No podía respirar. Desperté.

Sobresaltada y con la respiración agitada me llevé la mano al pecho. A mi lado estaba Alba que parecía haberse despertado por el brusco movimiento que había realizado. Ella se incorporó y acarició mi espalda, después me abrazó y besó mi hombro.

-¿Otra pesadilla Nat?

-Eso parece. -Asentí.

-Últimamente tienes muchas pesadillas, ¿pasa algo?

-No. -Negué y sonreí de lado.

Sí, pasaba algo. Habían pasado tres de los cinco meses que Alba tenía de quimioterapia. Aún que todo iba bien siempre podía pasar algo. Me había estado informando de como funcionaba todo asía cuando acompañaba a Alba entendía algo. 

Había firmado con la discográfica para sacar un EP y ver como respondía la audiencia, aún que me propusieron hacerlo antes de Navidad no quise adelantarme. Hoy estábamos a domingo diecisiete de Noviembre, el jueves cinco de Diciembre Alba acababa la quimioterapia intensiva. Comenzaba con la quimioterapia de mantenimiento el veinte de Diciembre, quince días después tendría la última y solo debía continuar con pastillas durante unas semanas.

Manu decía que el tratamiento esta vez estaba haciendo efecto, las células cancerígenas no avanzaban y se iban muriendo. Me alegraba por Alba, pero me partía el alma ver lo mal que se encontraba durante las quimios.

El estado de salud de mi novia no era lo único que me quitaba el sueño y provocaba pesadillas. Abrirme paso en la industria de la música no me estaba resultando un camino de rosas, cuando me reunía con las mujeres de la empresa no solía tener problema. Hablábamos del marketing, de como estructurar todo, nos entendíamos bien, sin embargo con dos empleados de la empresa no era lo mismo. Con Don Esteban me reunía por lo menos una vez al mes, el se estaba encargando de promocionar mi nombre, cuando me reunía con él a solas todo se volvía más incómodo. Desafortunadamente también tenía problemas con un chico de la sección de audiovisuales. No, no todos los hombres son unos descarados, de hecho la mayoría me respetan, solo encontraba problemas con ellos dos.

No quería preocupar a Alba, así que solo le contaba el progreso que iba haciendo. Hace un par de días atrás, el jueves, Alba tuvo una quimio esa noche la pasó en el hospital pero estaba fuera de riesgo así que Manu la dejó volver a casa porque estaba progresando y no se encontraba débil. Le habían recomendado que hiciera un poco de ejercicio no forzoso, que saliera a dar un paseo, a poder ser siempre con mascarilla para no enfermarse.

-¿Qué quieres desayunar que bajo a la panadería? -Me dijo.

-Deja, ya voy yo. -Sonreí de lado.

-No, no. -Negó.- Manu me ha dicho que saliera, no te preocupes, me abrigo bien y salgo Nat, son menos de tres minutos.

-Vale jefa. -Saqué la lengua y ella rió.

Sentada en la cama la vi desvestirse y vestirse para salir a la calle. Se puso unos vaqueros negros, del mismo color que las botas militar que tenía, un jersey blanco y por arriba una chaqueta. Se puso mi gorro azul neón.

-¿Así bien? -Me preguntó.

-Preciosa.

-Vas poniendo la mesa, ¿qué quieres tomar?

-Sorpréndeme. 

Ella sonrió ampliamente y be dejó un pico rápido en los labios. Cuando se fue me levanté para poner la mesa, hacía un poco de fresco en el salón así que decidí encender la calefacción. Cuando terminé de acomodar todo me fui a la habitación a cambiarme. Me puse un body negro de manga larga y un peto granate a juego con las zapatillas. Cuando Alba llegó dejó las cosas que había comprado en la mesa y me llamó.

Sempiterno // AlbaliaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin