Extra: Stay with me.

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Jisoo suspiró, tirándose en el sofá, un rato después de ver a Jennie y a Lisa salir del apartamento perfectamente engalanadas. Según sus cálculos lesbianos, que nunca fallaban, esas dos acabarían abalanzándose una encima de la otra antes de que acabara la noche. Lo que le preocupaba era que Jennie nunca había dado con alguien con un aura del mismo fulgor que la suya, y no sabía si aquello podría acabar en desastre. ¡Al diablo! Le daba igual. A Jennie le vendría bien un buen polvo, porque aquella pena de segurata no podía ni contarse como sexo. "Ay, Lisa", suspiró. "Que dios se apiade de tu pobre alma". Aunque si fuera un dios misericordioso podría apiadarse de la suya. Llevaba semanas sin levantar cabeza. No le salía programar nada, se le quemaba la comida cuando se le ocurría preparar algo, no ganaba ni una sola partida del más fácil de los videojuegos, no dormía... y todo tenía un denominador común, Rosé.

La más pequeña la estaba prácticamente ignorando. ¡Qué va! ¡Eso hubiera sido mejor! Le hubiera al menos indicado que estaba enfadada, pero la trataba normal, con cordialidad. Pero una normalidad que nunca había habido entre ellas. La saludaba por las mañanas sonriente, pero sin darle un beso en la mejilla o en los labios, mantenía una suave charla con ella en la comida, sobre cosas terrenales, muy lejos de sus largas conversaciones sobre cualquier cosa, repleta de bromas picantes que hacían sonrojar a la menor a las que estaba acostumbrada Jisoo.

Se sentó en el sofá, refunfuñando, mirando su teléfono para entretenerse, pero todo le recordaba a Rosé. Ese post de Instagram sobre cualquier cantante americano a quien admiraba, ese tweet de un meme absurdo que le habría encantado, esa notificación de Wattpad de que habían actualizado "Relatos erótic...". Bueno, eso, el tweet.

Se metió en su galería, porque de perdidos al río, y navegó entre las miles de imágenes de ellas tres que tenía almacenadas. Ellas en un avión de camino a EEUU para una misión que se canceló y acabó siendo una escapada de vacaciones, ese día de maratón de películas de terror que había terminado con una Jennie de muy mal humor, y una Rosé convenientemente muy acurrucada a ella. El cumpleaños de la líder, todas puliendo tarjeta en Chanel... Siguió con su inmersión hasta el pasado, tan profundo en su móvil, que llegó al día de su "primera cita" con Rosé. Lo recordaba como si hubiera sido ayer, y las sensaciones de unos tiempos mejores la embriagaron con rapidez.

Corría el año 2012 en el YG Building, y una Jisoo de diecisiete años estaba más nerviosa que de costumbre. Jennie, de dieciséis, y ella esperaban pacientes a que la luz del ascensor se encendiera indicando que la más joven volvía por fin. Lo habían preparado todo, el mantel, la cena, las velas, la lista de reproducción, el momento en el que Jennie desaparecería para dejarlas a solas. Aquel tinglado había sido concebido especialmente por ella para arreglar la primera, pero no última, cagada de Jisoo. Jennie sabía que su amiga llevaba enamorada de Rosé desde que eran unas niñas, era evidente en la cara de boba que se le ponía, y también intuía que era correspondido por la sonrisa de idiota de la menor cada vez que Jisoo hacía cualquier chiste malo. Y había estado en lo cierto, Rosé se le había declarado hacía unas horas, toda rubor y temblores, y a la estúpida de Jisoo sólo se le había ocurrido entrar en gay panic, irse al baño y encerrarse allí toda la tarde. Rosé, que no tenía muchas esperanzas de ser correspondida, no se lo había tomado muy a pecho y se había ido a su examen médico. Jisoo, asomando la cabeza por la puerta cual suricato para comprobar que no estaba, había corrido a la habitación de Jennie para contarle lo ocurrido. Al enterarse de todo, la menor, que conocía el secreto de su amiga, había comenzado a lanzarle cualquier objeto que tenía a mano gritándole la clase de desecho humano que era.

Y en tiempo récord, habían limpiado el salón, preparado una cena y poniendo a Jisoo presentable con un vestido, una ducha y litros de colonia.

- ¿Cómo demonios se te ocurre? - volvió a preguntar la menor mientras esperaban. Jisoo se encogió de hombros.

- Supongo que llevo tantos años esperando a que Rosie sienta eso por mí que tenía miedo de cagarla si abría la boca.

Professional Killer [JENLISA] Where stories live. Discover now