What's the deal?

8.7K 1K 1K
                                    

Los lesbicosensores de Jisoo no fallaban nunca.

Y aquello era una verdad absoluta de la que nadie dudaba. Por eso, cuando su mejor amiga apareció por la cocina al mediodía, con ojeras y una mano sobre la frente, sabía que Lisa Manoban había tenido algo que ver. Jennie se sentó en uno de los taburetes, enterró la cabeza en las manos y se dedicó a gimotear como un bebé quejica. Jisoo le tendió un vaso de agua con una aspirina, aparentando ser una amiga buena y preocupada para pillarla por sorpresa con su ronda de preguntas.

- ¿Cómo fue la misión? - preguntó, haciéndose la desentendida.

- Prince está muerto.

Jisoo alzó las cejas, sorprendiéndose por su sequedad. ¿Qué demonios le pasaba? Si su cálculos eran correctos y Lisa le había quitado la mínima inocencia que le quedaba, no debería estar de tan mal humor. Es más, debería estar dando saltitos y coleccionando flores.

- ¿Y cómo es que volvisteis tan tarde? - inquirió -. No os oí entrar.

Jennie gruñó.

- Fuimos a cenar - bufó -. Y acabamos borrachas. Ahora tengo resaca y me quiero morir.

- Ah.

Aquello no podía ser. Las manos y, preferiblemente la lengua, de Lisa tenían que hacer aparición en la historia en algún momento. Pero es que anoche no las había oído, ni tenía ningún tipo de prueba para atacar con su interrogatorio. Sin embargo, como un hechizo, Jennie preguntó por la tailandesa con el ceño fruncido.

- ¿Has visto a Lisa?

- Está entrenando con Rosie.

"Entrenando, claro". ¿Y si Lisa no se acordaba de nada de la noche anterior? ¿Y si sólo había sido por los efectos del alcohol? ¿Por qué le importaba tanto? ¿Cómo podía irse a entrenar tan tranquila cuando ella sólo podía pensar en la piscina? Gruñó y se tomó la pastilla apurando el agua hasta el final.

- Jen... - musitó Jisoo, pensando en que su amiga parecía medio muerta.

- Anoche casi me acuesto con Manoban - soltó Jennie sin anestesia. Jisoo abrió mucho los ojos, dándose cuenta de que había sido idiota al pensar que tendría que interrogarla porque Jennie no se lo contaría. No había nada que Jennie no le contase.

- Oh, wow. No me lo esperaba, a ver sí, pero no así. ¿Qué... qué pasó?

- Volvimos borrachas a las tantas de la madrugada - explicó -. Lo recuerdo todo bastante borroso, pero nos enrollamos en la piscina.

- Pero si no sabes nadar.

- Ella me ayudó, no me soltaba Chu y encima me besó. Me dijo que subiéramos, y tú y yo sabemos lo que hubiera pasado arriba, pero me quedé puto dormida en el ascensor. ¿Te lo puedes creer? Estaba tan borracha que no aguanté dos minutos. Pero es que me sentí tan cómoda cuando me abrazó que no pude evitarlo. Y encima me llevó en brazos a mi cama, me puso el pijama y se fue. Y me dio un beso de buenas noches. Nunca habían hecho eso por mí. Y hoy, va y ni me dice hola porque está entrenando, ¿qué se cree?

Jisoo se quedó mirando a su amiga, sin poder creérselo. Jamás había visto así a Jennie, sin el control de una situación que no sabía manejar, con los labios apretados y la mirada perdida.

- No me puedo creer que te estés pillando de la nueva.

Jennie abrió mucho los ojos.

- ¡¿Qué?! ¡Jisoo, por dios! Sólo nos liamos, ¿de acuerdo?

- Mira tu cuello, Jen...

Jennie se tapó el cuello con una mano gruñendo porque ya lo había visto en el espejo por la mañana. Un reguero de pequeñas marcas rojizas producto de la boca y los dientes de la rubia. Recordaba de forma borrosa pensar en que dejaría marca mientras los labios de Lisa hacían su trabajo la noche anterior, y también recordaba que le había dado completamente igual.

Professional Killer [JENLISA] Where stories live. Discover now