LAS HERIDAS

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Dejaste mis venas abiertas,
navajas y cicatrices,
pueblos en guerra, hambre,
terrenos intestados, heridas,
heridas, heridas,
dejaste cadenas largas y pesadas
donde no te olvidaré.

Dejaste mis brazos torcidos,
mis piernas como clavos,
y mi columna vertebral
y mi cara rota.

Pusiste un cuadro en el horizonte
negro, lleno de lobos,
una luna solitaria
en el espejo de los ríos.

Dejaste un paraiso destruido,
árboles secos,
manantiales sin luz,
nubes sin ángeles,
y rayos de sol sin esperanza.

Dejaste animales muertos,
humanos amontonados,
hormigas confundidas,
dejaste un caos,
dejaste una alarma,
un tsunami.

Este infierno es tuyo
eres la luz de los demonios
que aguardan en el final
de la calzada de los muertos,
eres tú la dulce muerte.

Tus heridas sangran,
puedo escribir el libro
más triste del mundo,
para mandar a la mierda al amor,
para desgarrar la noche,
para no volver.

Y después...
el silencio, las hadas,
las brujas y los borrachos
de la ciudad serán testigos.

Tus labios y tus heridas
son el sonido de la muerte,
el fin de los poetas que van al mar,
a buscar poemas nuevos.

Este no definitivo
largo, infinitivo,
agusanado,
y este lodazal,
esta sirena barata,
y esta canción en este vaso de alcohol
en medio de este bar de neón,
ahora esto, a esto mi amor
eres tú.

A la mierda el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora