TAMARA

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Ahora
que ya no puedo verte.

Ya no intentaré olvidar,
tu recuerdo será la celda de este olvido
y desde ahí escribiré los poemas más tristes que he tenido,
desde ese frío,
iré matando a los ángeles buenos que lleguen a mi vida.

Te llevaste las horas felices que ya tenía,
te llevaste los lugares donde yo
alguna vez amé a la vida,
dejaste tus cosas inexistentes en mis días
y quemaste mi casa.

Dejaste una sonrisa de gato,
dejaste el cuento de un hada,
dejaste deudas y culpas,
y dejaste la sentencia clara
de que no volverás.

Y yo,
caminaré entre la gente,
contando que una parte de mí
se fue.

Una parte pequeña
el amor de mis amores.

Pero ya no estás en las estrellas,
ni en las promesas rotas,
ni en mis piernas rotas,
ni en los días de enero,
no estás.

Seré un
cilindrero derrotado y cansado,
un mago oscuro,
un cuerpo sin fe,
un fantasma,
caminaré entre la gente
diciendo,
que te fuiste,
¿quién?
la mujer que amé.

A la mierda el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora