TIEMPO PARA DECIR ADIÓS

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Vete,
ahora que no es tan negra la noche,
ahora que está soledad nos hace tanta falta,
ahora, en el suicidio de las cosas simples.

Vete,
a amores nuevos,
a horizontes y derivas,
vete en silencio,
los fantasmas de la noche
despiertan.

Salta,
antes que el orgullo venza
y mis rodillas caigan,
y las lágrimas tropiecen
en el laberinto que nos haga mirar hacía atras.

Esté oxigeno es suficiente
para salir,
pero no enciende una nueva esperanza.

Esté oxigeno no prende un sol
que ha de morir mañana,
me quedaré aquí, en la tormenta.

Vete ahora,
vete ya en silencio,
deja para mi soledad,
el brillo de tus ojos negros,
deja sumergido en un vaso de alcohol,
el aliento ardiente de tus manos
en las mías.

Pero debes irte sobre todo,
porque ya no estás,
porque ya te fuiste.

A la mierda el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora