LA NOVIA DE CARLOS MARX

72 11 7
                                    

Ella
escribió la libertad
en el manifiesto de las revoluciones,
y en las parejas que lloran.

Ella escribió la historia
de los miserables en las guerras
y en la mirada triste de los de abajo.

Ella clasificó las especies
y le dió nombre a las hadas que se apagan,
a los unicornios que se extravían
y a los hombres solitarios pintados de gris.

Ella descubrió la cualidad de las hondas
en el rayo de su mirada,
y descubrió la medicina antiséptica
de las primeras citas,
y que algunas bacterias mueren
cuando aman demasiado.

Ella tiene el pelo tan largo
como una hoguera y como una eternidad,
como los disparos de las guerrillas
cuando se van a la sierra.

Su pelo tiene lugares secretos
donde comienzan
arcoíris,
o patria o muerte.

Ella tiene fuego en los ojos para matarte
si no eres un Dios o un anticristo.

Ella tiene un sol caliente,
atrapado entre las piernas,
escondido en la selva Lacandona,
explotando como el agua,
en las calles de San Cristóbal.

Morirás seguramente,
si no resistes la ansiedad de tocar el universo y detenerlo,
preparar un café exacto,
respirar el mundo,
mientras ella se desnuda el alma.

La recordarás esperando el autobús,
para emigrar al sur,
hasta los sueños y hasta la victoria,
con su falda frágil como el humo
y dulce como el color
de las cerezas, cuando se rompen.

Si eres un trapecista, revolucionario
y poeta,
te convertirá en asesino de arañas,
en coleccionista de canciones,
te convertirá en
padre de su Emilio.

Y los amarás cada día.

Pero nunca intentes dormir el lobo
que acompaña su destino,
y respira hondo antes de besarla
y no te guardes,
no te guardes, no te guardes
ni una pizca de vida para cuando se haya ido.

Ella será un sueño,
ella planeará en una noche toda tu vida,
te amará, te amará,
y después caerá como un ángel
y como todas las utopías.

Pero ella será y es
el recuerdo, memoria tejida,
brazos de colibrí
cometa, estrella fugaz
y tendrás entre tus manos la leyenda
y la firma en el anuario
de todos los hombres.

Ella será un sueño hasta que llegue el día en que marche,
entonces tal vez,
sobrevivas en la mesa
de cualquier bar
o en las sirenas que duermen en la arena después de hacer el amor.

Y tal vez
solo tal vez
algo de ti aún viva
en la magia de los trucos
que lubricaban el motor de su sexo
inextinguible.

Vivirás tal vez entre los nombres
que han viajado en el espacio de sus piernas
o como un toro en su pecho
entre las ninfas de sus senos.

Pero seguro
algo de ti quedará definitivamente,
si una vez...
si solo una vez
(aunque eso es imposible)
logras comerte a su Reina,
o ser el estúpido que 
primero diga adiós.

Entonces y solo hasta entonces,
sí y solo sí
y por un segundo,
le habrás roto el corazón.

A la mierda el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora