8 MINUTOS

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Te lloraré lloviendo,
montado en los caballos del viento,
cómo un torbellino, y como una tempestad,
te lloraré buscando
un revolver
           unas pastillas
                      un sapo
                               una cuerda llena de aceite.

Te lloraré renunciando
al cielo y a los ángeles,
al destino y a la luna del lago,
te lloraré escribiendo
un mañana sin esperanza,
y la historia de las mariposas
que murieron en la ventana

Te lloraré aquí,
debajo de la fe,
en la suela de tus zapatos,
en las moscas de tu libertad,
en las banquetas de tu casa
y en los sótanos de La quinta del sol.

Te lloraré en el miedo
y en el temblor
de los edificios derrumbados,
en los cincuenta mil desaparecidos
y en el dulce olor a la muerte

Te lloraré esta noche,
inventaré otra historia,
disfrazaré las razones para irte,
y tu silencio será el payaso
de las narices rojas.

Te lloraré dormido
recostado en los escombros
y en las ratas de esta pinche ciudad
donde te amé.

Te lloraré lejos,
en otras vidas,
y en otros astros,
en otra hierba.

Te lloraré
hasta el fin del mundo,
escribiré en un puto bar
la obra maestra del dolor,
para mandar
¡a la mierda el amor!
y para dormir así
llorando.

Te lloraré mintiendo,
te lloraré intensamente,
una tormenta,
unas piernas rotas,
hasta la asfixia o
hasta el amanecer.

A la mierda el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora