NORMAL

70 12 7
                                    

Te rendiste.

Te fuiste en dosis precisas,
en instantes calculados,
en movimientos rápidos y continuos,
imperceptible.

Y ahora, lejos
y tarde para exigir promesas
o para maldecir.

Tu amor navega en los océanos
y en las sirenas
o en los monstruos del mar.

Y yo seguiré aquí
hasta el final,
hasta entender
el naufragio de mi vida,
el polvo del adiós.

Pero pintaré tus recuerdos
en el acuario de mi vida sin ti
y me sentiré solo,
caminaré solo.

Caminaré entre un montón de sueños rotos,
con mis campanitas muertas,
morral al hombro,
cargando mis herramientas,
jalando aire,
arrastrando las piernas más flacas
que he tenido.

Caminaré
con mi manual para pendejos,
miope, exiliado, inmigrante.

En este final
de mi viaje extraordinario,
comenzaré a vivir
las consecuencias de amarte así,
loco, inaudito, insensato,
imposible.

Las hadas no existen.

Viviré
las notas de una canción extraña,
sin tu brillantina
y sin tus rayitos dorados
cayendo en el amanecer,
de una vida normal.

A la mierda el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora