NO ERES EL UNIVERSO

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Las orugas mueren para
poder volar,
así funciona el universo,
las abejas y los agujeros negros.

Pero hoy
las orugas tejen innecesariamente
en ti y en mí,
los lugares que algún día
pudimos haber caminado.

Las orugas tejen momentos
que no sucederán jamás,
buscando la esencia perdida
de lo que nunca fuimos.

Alas.

Las orugas esperan en la muerte
la vida y el tiempo.

Pero tú...

No eres el tiempo
no me dejas inmóvil,
no te espero,
aquí no hay venganza hostil que te salve
de tus pecados nuevos,
de tu ganas de amar tan multitudinariamente.

Pero no,
ya no te espero en todos los rayos del sol.

No eres tristeza o melancolía,
más bien olvido,
extrañamiento,
silencio.


Te regalo más silencio
en el naufragio de la insaciable soledad,
para que nos asfixies en la oscuridad del alma
y en lo único que permanece en ti y en mí
ausencia
distancia.

No eres lluvia,
no eres especial como la luna roja
o como los colores de los niños
cuando pintan las montañas.

No vives en el mar.

No eres el verso que cae

infinito en la libertad
y en el dulce arrullo de mis cosas simples,
como la lágrima transparente
o el destino.

No sabes amar con toda el alma,
desgarrarte,
abrir las heridas,
para que sean letras,
dolor profundo al que la gente llama,
historias de amor o de odio.

O que solo escribas,
para morir en el lugar en el que ahora te leo,
en el que ahora te invento,
para que la gente me diga
caso perdido,
hielo.

Ni siquiera sabes que moriste un día
en una frase para alagar al alma,
para ser poesía.

Como hacerte saber que destruí todas las puertas,
que hoy murió un instante
el universo, las letras, las orugas, el silencio, cada uno de los rayos de sol
y lo que pudo hacerte volar
y lo que hacia sentirme vivo.

Tú.

A la mierda el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora