Capítulo 6

8.9K 436 18
                                    

Entro a mi casa mojada de pies a cabeza. Al parecer el pronóstico del tiempo no estaba en lo correcto del todo. Se suponía que la lluvia empezaría a las cinco no a las 4.-Esto me pasa por estúpida ¿Cómo se me ocurre confiar en el pronóstico del tiempo de las noticias?- Pienso mientras me quito los zapatos para no estropear el piso.

Subo a mi habitación y voy derechito al baño. Me desvisto y me meto a la regadera, el agua hirviendo, ya que tenía tanto frío que estaba temblando. El agua se resbalaba por mi cuerpo mientras yo pensaba en la decisión que había tomado. Sé que ir con Volkov a salir es peligrosamente ingenuo de mi parte, pero hay algo en él que me resulta irresistible. Quizás son sus ojos o esos labios carnosos o su cuerpo musculoso o.....-Deja de pensar en eso ¡Malditas hormonas! deben de ser ellas ¿verdad?-Pienso para mis adentros.

Salgo de la ducha y me enrollo en una toalla para después ir al cuarto a cambiarme. Me pongo unos shorts y una camisa negra de algodón. Decido bajar a cenar al escuchar las quejas de mi estómago. No he comido nada desde el desayuno.

Entró a la cocina y me sirvo unos cereales mientras pienso en qué excusa me voy a inventar para faltar a la fiesta de Enzo. Tiene que ser algo creíble y bueno, pero ¿Cómo qué? ¿Cáncer? No, muy cliché y poco honesto ¿La diarrea que me causa ver su rostro? No, esta excusa es muy honesta ¿Qué haré?

Mi mente daba vueltas ya vueltas a la situación en busca de algo que decirle a Enzo. Frustrada, golpeó la mesa con mi puño y me retracto inmediatamente al sentir un dolor punzante en la zona afectada. -Puta,puta, puta-Digo en voz alta mientras me agarro y sobo el puño tratando de aliviar la dolorosa sensación. Voy al refrigerador y sacó un paquete de verduras congeladas para luego colocarlo en el golpe.

-Vaya, vaya hermanita, sabía que eras tonta, pero no a estos niveles-dice Apolo,que está apoyado en el marco de la puerta, con un tono de diversión. Ya que estoy enojada con él, hago caso omiso a su comentario y comienzo a lavar mis platos.

-Vamos Nyx, tendrás que hablarme en algún momento-Continúa mi hermano. Me giró hacia él y lo miró directamente a los ojos.

-¿No tienes algo mejor que hacer? Deja de molestarme- Le digo.

-¡Por Dios, habla!-bromea Apolo tratando de sacarme una sonrisa. Al ver que no está logrando su cometido, se torna serio y cometa:

-Estás siendo un grano en el culo Nyx. Para esto de una sola vez, parece que tuvieras cinco años ¡Madura!-

Con ese comentario, algo en mi se desata-¿Que yo madure? ¡Puta madre! Yo no soy quién prefiere a una chica con la que saciar sus "necesidades" que a su hermana- Le gritó.

-Tú no entiendes que soy hombre y..-Lo interrumpo sabiendo que va a decir él:

-"Y tengo necesidades" No, lo que tu tienes son calenturas.

-¡Y si son putas calenturas ¿Qué?! Es mi problema. No entiendo por qué estás tan sentida-Me contesta alzando la voz.

-¡Eres un idiota! No me interesa si te quieres acostar con la escoba o la puta de la esquina, lo que me lastimo es que la apoyaras y escogieras antes que a mí- A este punto tengo lágrimas de rabia y frustración resbalando por mi cara- Le diste la razón cuando ella dijo que era una zorra deprimida-

-Mierda, Nyx tú sabes que no lo decía enserio. Me precipite porque la llamaste perra-Me dice Apolo acercándose un poco a mí.

-¿Es que acaso no lo ves? Ella es una perra, sí solo la usas para cojertela-

-Lo sé, fue cosa del momento. Las cosas se me salieron de las manos-Yo solo lo observo -A parte, los dos sabemos que lo que ella dijo es un poco realista-Murmura Apolo.

Mi Caos RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora