Mi Caos Ruso

Capítulo 34

-¡Cierra la puerta con llave, Elsa!-Susurro un poco alto, no queriendo despertar a los vecinos al ser las jodidas dos de la madrugada. Iván estaba demasiado emocionado por irse a acampar por lo que nos despertó a mi y Xaver a la una para que nos arreglaramos, lo cual sinceramente no entiendo porque uno tarde casi nada en bañarse y vestirse en shorts, blusa y converses. Además, ayer dormimos tarde ya que ni Einstein ni Newton podían desarmar la carpa.

-¡Ciérrala tú!-

-¡Yo ya estoy bajando las escaleras, genio! No voy a subir otra vez-La mochila que llevo pesa demasiado para que yo vuelva a pasar por esas tortuosas escaleras. Cuando salí del apartamento le dije a Xav que no me llevara la mochila pensando que elevador funcionaba, pero al parecer a la gente no le gusta tener el cachivache prendido a tal hora ¿Acaso no tienen borrachos regresando a tal hora? Porque yo estoy bien segura que sí.

-¡Ya la cerré, reina!- La princesa de los hielos aparece detrás mío y yo le saco el dedo del corazón para después continuar bajando las gradas con la esperanza de que no se me cree una hernia.

-¿Necesitas ayuda con tu monstruo?-Iván pregunta señalando a la mochila.

-Nop, yo puedo.-

-Como tú digas, ¿Qué llevas ahí? No entiendo que tanto necesitas.-Saltamos el último escalón y escaneo el parqueo con la mirada, buscando a Xavier o la camioneta.

-Llevo lo esencial para sobrevivir.-Achino los ojos al no encontrar el carro-¿Vez a Xav?-

-No, si no ya me hubiera ido, idiota.-Me volteo y saco el dedo del medio-Metetelo en el orto al igual que tu comentario, princesa.-

-Que infantil, Evans.-

-¿Y tú me vas a decir eso?-una carcajada se me escapa.-¡Sí!-Exclamo cuando veo a mi novio de piloto en un auto negro. Comienzo a caminar para llegar, pero Iván me jala el brazo parandome.

-Yo voy enfrente.-Me suelto.

-No, yo soy su Campanita así que el puesto es mío.-

-Y yo su hermano.-Sale disparado al auto y le sigo lo más rápido que pueda, pero la bolsa me estorba. Cuando estamos a dos metros de la camioneta le grito a Iván para distraerlo.-¡Mira! ¡Mara está en la salida del estacionamiento.-Elsa se gira y aprovecho la oportunidad para tomar el asiento del copiloto, pero la puerta está cerrada por lo que le pego para despertar a Xavier, quien se sobresalta.

-¡Abre la puerta!-Grito y él lo hace, dándome permiso para ocupar el deseado asiento. Celebro en el puesto elevando los brazos.

-¿Qué pasa, Campanita?-Pregunta Xav confundido.

-Le gané a tu hermano en una competencia por el puesto.-Digo con una sonrisa. Elsa se asoma y me saca la lengua a lo que yo le regreso el gesto.-Te felicito por patearle el trasero, Campanita.-Me giro mirando a Xavier y le sonrió para luego poner mis labios sobre los suyos en un beso suave y cariñoso, donde las bocas se amoldan y mueven en un ritmo lento. Nos separamos con el sonido estruendoso de la puerta cerrándose.

-Muy chistoso, Nyx, muy chistoso.-

-Siempre disfruto una buena broma, Elsa.-

-Amarrense infantes.-Pongo el cinturón y Xavier arranca rumbo al departamento de Anne y Nikolai. Observo el perfil de mi boxeador sexy y me doy cuenta que se ve cansado. A pesar de que sus facciones siguen siendo hermosas, sus ojos transmiten fatiga. La culpa me invade cuando recuerdo que la noche anterior él se quedó despierto conmigo cuando las pesadillas llenas de recuerdos me visitaron en la penumbra. Escondo mi rostro con mi cabello cuando Xavier me mira por la esquina de su ojo.