Mi Caos Ruso

Capítulo 24

Un sonido jodidamente estruendoso comienza a escucharse en mi cuarto, despertandome de mi querido sueño. Levantándome como puedo, busco al causante, que termina siendo mi celular ¿Por qué puse la alarma? Miro la pantalla y me encuentro con la devastadora respuesta; hoy es lunes, día en el que empieza mi tortura conocida como escuela.

Al ver que todavía es muy temprano para querer arreglarme, creo que una salida a correr es idea perfecta. Voy al baño antes de que mi vejiga explote y luego de lavarme las manos me cambio de ropa. Bajo las escaleras y salgo por la puerta tratando de hacer el menor ruido posible, no creo que a Apolo le guste que lo levante a las cuatro de la madrugada.

Empiezo a correr por el vecindario pensando en Xavier. Me cuesta creer que ese boxeador sexy es mio, pero me encanta ser capaz de decir eso. Sinceramente, me tomo por sorpresa su invitación a una cita, no pensé que él era uno de los que va al cine. Bueno, todavía no sé si es de esos ya que no me ha dicho a dónde iremos. Aunque no me gusten las sorpresas, no me quejaré. Creo que está haciendo su mejor intento y lo aprecio muchísimo.

Dejo que mis pies me lleven a toda máquina por dos horas, liberandome de cualquier frustración causada por la escuela esta mañana. Paso por las enormes casas con decoraciones desde elegantes hasta ridículas. Llego hasta la calle de mi hogar y me adentro. Y casi frente a la estructura, una voz chillante me llama. Me volteo y veo a la nueva vecina ¿Cómo era que se llamaba? ¿Bry?

-¡Hola Nyx!- Trato de escabullirme- ¡No seas graciosa! Ya te ví-¡Mierda! Camino hacia ella con una sonrisa más falsa que sus pechos.

-Hola, ¿Cómo estás?-Pregunto tratando de ser amable.

-Bien, veo que estás muy sudada. Pareces un fideo en agua, jajajaja-Y tu pareces un cerdo al horno, pienso para mis adentros.

-Que graciosa eres-Digo.

-Lo sé, soy la perfección en persona. Mi mami me dice que yo soy una bendición- ¿Cuántos años tiene? ¿dos?

-Concuerdo con tu mami, eres algo fuera de este mundo- Se ríe y asiente sin entender la indirecta. Sí que es estúpida.

-Bueno, quería hablarte de ese chico apuesto que vino a dejarte ayer por la noche- Mi mente se pone en modo alerta ¿Qué querrá esta perra?- Sin ofenderte, pero se nota que no te presta atención. No estás a su nivel, osea, solo mirate; toda llena de sudor-

No te lo creas Nyx, no te lo creas.

-Estaba corriendo, querida. Por si no lo sabías, cuando se lleva a cabo alguna actividad física, se liberan toxinas.-Me mira con cara de que no entendió ni una palabra de lo que dije.

-Como sea, lo que estaba diciendo es que sería perfecto que le presentarás a una chica guapa, talentosa, inteligente y magnífica como yo.-

-No sé si sea lo correcto-

-Claro que lo es. Mira, dame de un sólo su número y dejemos el escándalo. El chico se va a aburrir de estar esperando por mí.- Se mira las uñas-Muévete, sé que lo debes tener-

Hasta aquí llegaste perra

-Sabes qué, no te lo voy a dar.-Me mira con una sonrisa en su rostro.

-¿Por qué? No creo que le importe tu opinión-

-Estoy cien porciento segura que a mi novio le encanta mi opinión, cariño.-Escupo las palabras con odio y superioridad, mientras sonrió descaradamente.-No creo que a mi novio le agrade tener a alguien como tú en su celular. Le gusta más la gente....cómo decirlo...que tiene más de una neurona.-Me alejo, dejándola con la boca abierta.

-¡Ni siquiera existen las neuronas!-La escucho gritar histéricamente.

Riendome, entro a la casa y corro a mi cuarto. Tomo agua del grifo, ya que por cagarme de la risa no fuí por un vaso de agua a la cocina. Luego, decido meterme a la ducha, estoy muy pegajosa. Me permito disfrutar del agua caliente cayendo por mi piel, relajandome.