Narra Negin:
Marcos entra con comida. La rechazo, se sienta a mi lado y haciendo el avión me obliga a empezar a comer.
-No me toques.
-Calla y come.
Le miro mal. Retuerce mi brazo hasta que me quejo del dolor porque es insoportable.
-¡Para!
-Pues compórtate.
Asiento. Me suelta y yo froto mi brazo dolorida. Al acabar me deja sola. El antes no era así, ahora está mostrando su verdadera personalidad.
-¿Cariño?-me mira preocupada.
-Nana, sácame de aquí por favor.
-Ya sabes que no puedo sacarte sin el permiso de tus padres.
-¡Que me saques!-grito llorando.
Me ayuda a levantarme. Me quejo, creo que esta vez tengo el brazo roto. Me ayuda a bajar y limpia mis lágrimas. Me da un calmante, lo escupo.
-Mi niña...
-¿Que pasa?
-¡El estúpido de Marcos me ha roto el brazo!
-¿Como?
-Si alguna vez me quisiste como hija, olvídate de todo esto y deja que me divorcie de Marcos.
-No.
Le miro con asco. De la rabia muerdo mi labio con fuerza hasta hacerme sangre.
Agarra mi cara con fuerza-Llamaré al médico, si pregunta di que te caíste.
Apartó mi cara con repugnancia. Me pongo detrás de la puerta para escuchar. Antes de llamar al médico llama a otra persona.
-Dime.
Por un tiempo no se oye nada, supongo que la otra persona está al teléfono. Mientras hablan de negocios voy a la alacena. Me ha entrado hambre. Oigo algo que me hace girarme, gimoteos de dolor que provienen del sótano. Tragó saliva y esquivando a mi padre bajo. Allí me encuentro a una mujer y a un hombre atados a una silla. Caígo de culo al suelo. El hombre levanta su cabeza y me mira directamente a los ojos.
-Hija, ayúdanos...
Se desmaya. Corro escaleras arriba con el corazón en un puño. Antes de que mi padre se entere subo a mi habitación exhausta, ¿que ha sido eso?
Narra Nau:
Miro hacia todos lados, no sé dónde estoy. Oigo risas y eso me enfurece porque no sé de dónde provienen. Golpeó mi cabeza varias veces y una voz, masculina, me hace parar varios segundos para escuchar lo que dice.
-Aunque hagas eso no vas a poder huir de nosostros-rie.
-¿Que quiere?
-Acabar con esa mocosa.
De repente las risas y voces empiezan a alejarse. Miro al frente porque hay una luz gigantesca. Allí está ella, pero no está sola. Ese la tiene agarrada del cuello.
-¡Suelta la!
Están discutiendo y aunque yo intento todo para detenerlo, no lo consigo. Veo como sus ojos empiezan a ponerse blancos, el ríe y ella acaba cerrando sus ojos por última vez.
-Si no eres mía no serás de nadie, ¿Entiendes?
|DESPIERTO|
Abro los ojos de golpe. Miro a mi alrededor. Tengo que frotar mis ojos varias veces para averiguar dónde estoy, mi habitación. Estoy sudando, dios... Esa pesadilla ha sido tan real.
-¿Estas bien?
-¿Que haces aquí?
-Te he oído gritar y me he preocupado...
-Ven aquí...
La dejó hueco a mi lado. Se tumba y la tapo con la manta.
-Si tú estás a mi lado estoy bien.
Sonrie. Vuelve a quedarse dormida, normal, son las tres de la madrugada. Miro por la ventana de mi cuarto porque no soy capaz de volver a dormir. Me pregunto si estará bien.
-Chiquita, como me gustaría sacarte de ese infierno-murmuro.
Miro el cielo. Esta tan estrellado... Me recuerda a la noche que conocí a esa chica misteriosa y a la que no he vuelto ha haber pero que me dejó prendado. Y tengo miedo, porque creo que Negin está empezando a reemplazarla. Mordisqueó mi labio nervioso, puede que nunca la vuelva a encontrar y, ¿porque no?, si surge puede que me dé una oportunidad con Negin.
YOU ARE READING
Mi dulce tentación.
FanfictionCuando te encuentres en el infierno, solo el mismísimo demonio podrá enseñarte el camino para escapar.