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Narra Sofía:

Estoy sentada en el jardín de mi casa mirando las estrellas. Un escalofrío me recorre. Froto mis brazos dándome un poco de calor aunque la sensación de frío no cesa, ¿porque no habré sacado mi chaqueta? Me pregunto a mi misma. Oigo como una rama cruje, miro hacia los lados con miedo y me levanto rápidamente.

-¿¡Quién anda hay!?

Alguien me tapa la boca, tengo miedo, mucho miedo.

-Shh muñeca, van a saber que estoy aquí.

-¡Me asustaste!

-No grites-sonrie.

Suspiro. Me vuelvo a sentar en el suelo y el me pone su chaqueta.

-Si mi madre te descubre me mata -murmuro.

-¿Y tu hermano ya no?-rie.

Le fulminó con la mirada a lo que él calla rápidamente.

-Perdón, perdón.

-Mi hermano ya no está-miro al suelo-

-¿Como?¿se ha muerto? Lo siento mucho...

-Empiezo a pensar que eres un idiota, no está muerto, se ha marchado con una chica.

-No hace falta que me insultes, además, has dado tu a entender eso con el tono en el que lo has dicho.

Le doy una bofetada intentando contener el máximo de tiempo posible mis lágrimas para que él no me vea llorar.

-Hemos terminado.

Le devuelvo su chaqueta y aunque él no quiere y me súplica mil veces que no le dejé le obligó a irse. Entro en mi cuarto, me deslizó por la puerta hasta llegar al suelo y rompo en llanto. Voy a la cama y me tumbo en ella. Cojo el móvil y llamo a mi hermano.

-¿Si?-murmura medio adormilado.

-Hermanito-sollozo.

-¿¡Que pasa!?

-Lo hemos dejado.

Lloro aún más, está en silencio.

-¿Se ha cortado?

-Hermanita, tranquila, encontrarás a alguien mucho mejor, te lo prometo.

-Pero yo le amo.

-Solo era tu primer amor, llegará alguien que te ame como realmente te mereces, tranquila.

-Pero yo le amo a el...

-Lo sé, pero con el tiempo la ruptura dejara de dolerte y te darás cuenta de que fue la mejor decisión que pudiste tomar.

Cuelgo. Dejo el móvil sobre la cama. Me tumbo y miro al techo. El no me entiende.

Narra Santi:

Me siento en un banco del parque. Sigo bebiendo de mi botella mientras lloro seguro que ese estúpido la convenció de hacerlo. Lo deje hace seis días por ella pero he vuelto a recaer. Me levanto medio borracho ya. Me tropiezo con una piedra y casi caigo al suelo pero no. Llegó a donde quería ir, un almacén abandonado. Os estaréis preguntando que para que entró ahí si no hay nadie, tranquilos, lo averiguareis.

-¿Quien anda ahí?

-Yo señor.

-¿Viene a comprar algo? Tiene camellos cerca, en el parque.

-No vengo a comprar-resoplo.

-¿Entonces a qué vienes?¿Eres policía?

Dos hombres me apuntan con un arma, tragó saliva y le miro directamente a los ojos, mala idea. Me coge de la camiseta y me suelta el primer puñetazo a lo que yo ladeó la cabeza.

-Tengo información de uno de sus camellos.

Me sueltan, caigo al suelo.

-¿De cual?

-De Nau.

-Cuéntame, ¿que es de ese estúpido que ni siquiera me coge el teléfono?

-Se ha ido.

Da un golpe en la mesa, doy un brinco bastante gracioso por el susto, el se ríe, parece que le divierte, pero del susto creo que se me ha quitado la borrachera.

-¿¡Como que se ha ido!?

-Mi ex-novia, que es su hermana me lo ha dicho.

Me mira, tiene una mirada siniestra.

-¿Que?

-Bien, ahora tú me informaras de la localización de ese muchacho, de mí nadie escapa.

-Pero ya le he dicho que es mi ex y no quiere que me acerque a ella...

-¡Pues recuperala!

Los mismos dos hombres que me apuntaron con el arma me sacan de allí. Me tiran al suelo y suspiro, estoy en peligro y mi familia también.

Mi dulce tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora