IX

8.8K 1.1K 478
                                    






IX. Demergendum.




Todo a mi alrededor presentaba un estado caótico.

El barco era azotado por un mar de repente embravecido. Me sostuve de una de las cuerdas que ataba a uno de los mástiles, la embarcación se mecía de un lado a otro de una manera anormal para mi. Observaba a los piratas descender y subir a la cubierta mientras los escuchaba gritar cosas que yo no reconocía en mi idioma.

—Vete a esconder en la cocina y no salgas hasta que todo haya pasado. —Tom apareció junto a mi, pero antes de que pudiera responder la voz del capitán captó la atención de ambos.

Et cessabit mare. —Pronunció en voz alta acercándose al costado derecho del barco.

Todos en la embarcación habían guardado silencio y se habían mantenido quietos. No sabía lo que había dicho, pero esas palabras parecieron calmar al mar, miré a Tom pero este estaba concentrado en el mar frente a nosotros, aunque la calma no duró mucho tiempo, pues luego de unos instantes el mar pareció retomar su braveza.

—No es el mar el que está molesto, es la bestia quien lo azota. —Escuché decir al capitán dirigiéndose a Harry quien había terminado a su lado.

Harry asintió y se giró para posteriormente gritar; —¡A SUS ESQUINAS Y A SUS PUESTOS, NO PIERDAN LA RIENDA O DE AQUÍ SALDREMOS MUERTOS!

—Anea. —Tom me tomó por los hombros. —Ve y...

Un fuerte golpe en el barco hizo que varios perdiéramos el equilibrio, caí junto a Tom en un golpe que lastimó mi brazo izquierdo.

El barco continuaba balanceándose, esta vez de una manera más violenta. Mis intentos en tratar de ponerme de pie eran inútiles, mi equilibrio apestaba. Tom fue el primero en levantarse, lo escuché maldecir previamente a ayudarme a ponerme de pie. —Vete a esconder Anea. —Dijo, pero yo no me pude mover ante lo que mis ojos veían.

Bajo la luz de la luna una bestia se alzaba.

Del mal emergió una criatura semejante a una serpiente, con tentáculos sobresaliendo de su cabeza, totalmente negra y enorme. La bestia pareció rugir emitiendo un sonido que lastimó mis oídos, cubrí mis orejas con mis manos en un intento de apaciguar lo que sentía, pero no ayudó, así como tampoco podía apartar la mirada de esa cosa que mostraba unos colmillos largos y afilados.

Era consciente de los gritos a mi alrededor, pero nada de ello me importaba ante lo que tenía frente a mi. De un momento a otro la bestia se volvió a sumergir, solo que al final, antes de sumergirse completamente, azotó parte de un lateral del barco y parte de la cubierta con su cola.

Todo pasó muy rápido. Ya no me encontraba en la cubierta, sino cayendo al mar. Un grito brotó de mi garganta antes de que mi cuerpo se adentrara a las aguas oscuras del océano.

Aguanté la respiración, no me atreví a abrir los ojos, me sentí ligera, como si flotara. Sin que yo nadara, pronto me encontré en la superficie, respiré profundamente y abrí los ojos. Harry me sostenía ayudándome a mantenerme a flote. Su cabello mojado se pegaba a su rostro y por su piel bajaban gotas de agua.

—Te dije que te aferraras a lo que pudieras, niña. —Pronunció pareciendo querer soltarme, pero entonces los estruendos de los cañones siendo disparados lograron que me sobresaltara y por instinto me aferré más a él. —Vas a hacer que me hunda. —Se quejó el oji verde.

Los cañones seguían siendo disparados, nuestro entorno era una completa locura. Seguía en un estado de incredulidad, ¿había visto bien? ¿Cómo era posible que algo así pudiera existir?

O A T H  1 & 2Where stories live. Discover now