Muy Juntos Por Siempre

Un Invariable Paisaje

Takato

Antes de ti, no entendía el significado de la palabra amor, de ese sentimiento tan molesto y complicado.

Y vaya que es molesto.
Cada vez que pienso en ti, mi corazón se acelera tanto que parece que se saldrá corriendo hacia tus brazos, y como pienso en ti todo el tiempo, siento que en cualquier momento me dará un infarto. 

Nunca esperé algo así, algo tan nuevo, era como si el cielo se hubiera vuelto caprichoso; solo era deslumbrante cuando tú estabas conmigo.

Este tipo de cosas ni por error pasaban por mi mente, pero en lo más profundo de mi ser, estoy seguro de que lo deseaba. Deseaba poder sentir el calor de los brazos de un ángel y el dulce sabor de sus labios.

Supe que estaba perdido cuando mi pecho ardía con sentimientos que jamás creí experimentar, y mi corazón testarudamente me movía hacia unos ojos verdes llenos de determinación. Algo había cambiado, algo nuevo había conquistado mi corazón, era algo que no podía ignorar. Era más que un simple impulso, era algo que superaba la razón.

Sin nada más que tu mirada, me hiciste tocar mis más profundos deseos, y aun cuando traté de continuar sin hacerles caso, solo me quedó suspirar y aceptar que el cielo había cambiado.

Y fue entonces, cuando mi mundo dio un giro. Cuando nada importaba, solo estar a tu lado.

Fue cuando aquel invariable paisaje fue teñido vívidamente.

Cuando me di cuenta de que yo te amo, Chunta.

Junta

Todo en mi vida siempre había marchado bien, el mismo y aburrido cielo se alzaba sobre mi cabeza todos los días, sin ninguna señal de variación. No había algo que creara una chispa, nada que hiciera a mi corazón palpitar acelerado.

Jamás esperé que mi mundo diera un vuelco tan contundente.

Miré en tus ojos vacilantes, claros como dos bolas de cristal y supe que ya nada volvería a ser igual.

Quería llenarme de ti, era la primera vez que me sentía así.

Todo me lo habías enseñado tú, como este yo que ni yo conocía.

Y esos sentimientos que tú me habías dado, que llenaban mi vacío y que tanto busqué; se iban superponiendo y el ocultarlos se volvió algo imposible.

Mi único anhelo era poder entrar en tu corazón y conocer esa parte de ti que ni tú conoces; atesorar cada una de ellas, incluso las que tú odias más.

Me di cuenta de que aquel invariable paisaje había cambiado, al igual que mi corazón.

Me di cuenta de que yo te amo, Takato-san.