Abrazo 13: Cinco Idiotas y un Ángel Igual de Idiota

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Este capítulo fue creado con la ayuda de meiiliim. Va dedicado para ti.♡

Narra Takato

Una semana ya había pasado, una semana llena de trabajo, trabajo y más trabajo. Pero no me quejo, todo había marchado de maravilla.

Salí del cuarto del hotel con mi maleta y la llave de la habitación en mano, y me dirigí a la recepción.

Pese a que, respecto al trabajo todo había salido bien, me sentí un tanto solo toda la semana... aunque me costara trabajo admitirlo lo extrañaba.

Y yo creo que he de tener un problema mental realmente grave ya que contestaba a todas sus llamadas y mensajes sin excepción, e incluso una vez lo llamé yo porque lo... extrañaba mucho.

Pero bueno, ya tendré tiempo de arreglar mis problemas psicológicos más tarde.
Tenía que apresurarme o perdería el tren a Tokio y tardaría más en llegar a casa... tardaría más en ver a Chunta... ¡no, no, no, no! ¿¡Qué tonterías estoy pensando!?

- Aquí tiene. - Le entregué la llave de la habitación a la recepcionista.

- Muchas gracias. Vuelva pronto. - Tomó la llave alegremente.

Di media vuelta y salí del hotel con una inconciente sonrisa en mis labios, pero entonces lo que ví me la borró.

- ¡¡Saijou-san!! - Gritaron todos mis amigos al unísono estando a las afueras del hotel, en una posición parecida en la que los mangakas dibujan a los superhéroes.

Los miré a todos con asombro e incertidumbre, pero mi vista se detuvo en Chunta, quien tenía una cara de pocos amigos.

- ¿Qu-Qué hacen aquí? - Pregunté.

- Vinimos a alegrarte el día. - Expresó Fujioka-san con una gran sonrisa en su rostro.

- ... Ajáaaa... ¿y? - Volví a preguntar mirando a Chunta, pero su expresión seguía igual.

- Pues lo que pasa, es que me encontré a Azumaya-kun en un supermercado ayer en la noche, y él estaba comprando algo de comida, agua, mantas y demás cosas. Y le pregunté para qué eran, y bastante distraído me contestó: "Voy a acampar en Nagano con Takato-san". - Akiyama-san imitó el supuesto tono de Chunta. - Y entonces se me ocurrió la gran idea de que todos viniéramos, le pregunté qué opinaba y dijo: "... Sí sería perfecto... ¿llevo condones?" - Imitó su tono una vez más y yo me puse como un tomate. - Me dió mucha risa su broma de los condones. - Rió un poco. - Y pues le avisé a los demás y henos aquí.

- Ah, ya veo. - Miré a Chunta una vez más, pero él no cambiaba su expresión. Se veía muy chistoso con esa cara de perro enojado.

- ¿No te alegra vernos, Saijou-san? - Interrogó Hisakawa-san.

- No, no es eso. Es que es una enorme sorpresa. - Usé un tono muy alegre. - Y bueno, ¿a dónde se supone que iremos a acampar?

- Bueno, Saijou-kun. - Dijo Kobayashi-chan tomando un pedazo de tela entre sus manos y caminando hasta mí. - Eso es una secreto de estado. - Me puso la venda en los ojos en un movimiento rápido a lo que yo me alteré.

- ¡Ey! ¿¡Qué hacen!? - Forcejeé. - ¡No puedo ver nada!

- De eso se trata Saijou-san. - Distinguí la voz de Inoue-san y luego sentí como varias manos comenzaban a empujarme y a guiárme a quién sabe dónde, me resistí, pero empecé a caminar junto con ellos.

- ¡Oigan, suéltenme! - Bufé.

- ¡Cuidado con el charco! - Le oí decir a Fujioka-san y seguido de eso sentí como mi pierna caía en un hoyo y se mojaba.

Muy Juntos Por SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora