Muy Juntos Por Siempre

Abrazo 5: En Verdad No Quiero Estar Solo

Narra Junta

Pues... la fiesta iba bastante bien, a primera vista todos se divertían. Unos bailaban, otros hacían tontería y media y unos cuantos tenían un momento romántico... Y pues yo, yo estaba cuidando a Saijō-san.

-Saijō-san, no creo que sea buena idea que bebas más cerveza -advertí preocupado.

- Nou me dijas qui hacer. - Balbuceó con terquedad y comenzó a beber otra lata de cerveza, ya iba por la quinta.

No entendía muy bien el por qué de su comportamiento, lo que alcancé a comprender es que su abuela había muerto. Y si es por eso que está así, es comprensible que se sienta tan mal, si mi abuelo o mi abuela murieran, yo también me pondría bastante mal.

Pero aún así, es raro verlo ebrio, siempre se ve tan centrado que parece imposible que ahora esté haciendo malabares con unos vasos de plástico, o intentando hacer malabares, mas bien.

Y entonces una idea vino a mi cabeza, saqué mi celular con dejes de duda y comencé a grabar lo que vendría:

- Eto... Saijō-san, ¿puedo llamarte Takato-san? - No me gustaba aprovecharme de su estado de ebriedad, pero sabía que esta sería mi única oportunidad.

- ¿Eh? Nio te saldrá baratoo. Mil ienes para iamarme así. - Vociferó dejando caer los vasos.

- Eso es bastante barato. - Busqué en mi cartera y le di el billete. - Ten.

- Bien, entonshes te lo permito. - Tomó el billete y lo guardó con dificultad. - Y nio te emociones por tenee talento, te enseñiaré lo aterrado quie puede ser el mundo del espectáculo. Definitivamente tie devoraré. - Balbuceó bastante molesto, pero era difícil entenderle y sobre todo, tomarlo en serio.

- ¿¡Qué le devorarás!? - Dijeron burlándose algunas personas que observaban nuestra conversación.

- Azumaya-san, ¿tú también actúas?- Preguntó Fujioka-san, acercándose a mí.

- Sí... Estoy grabando la película con la cual debutaré como actor y Saijō-san es parte del elenco también.

- Oh, ya veo. También, creí que no tenías celular. - Dedujo fijando su vista en el objeto mencionado.

- ¿Eh? Ah, es que estaba descompuesto y lo estaban reparando, apenas me lo entregaron hoy en la mañana.

- Ya veo. - Tomó mi celular en un movimiento rápido y comenzó a escribir algo en él. - Éste es mi número. - Dijo para darme de nuevo mi celular y alejarse intentando verse coqueta, lo cual no le resultó.

Guardé mi celular en un bolsillo de mi pantalón y para cuando alcé de nuevo la mirada, había perdido de vista a Takato-san.

- Mierda... - Comencé a buscarlo por toda la casa. En el patio, la sala, la cocina, el baño de la planta baja.

Ya sin más opción, subí las escaleras, aunque sabía que no debía de hacerlo, ya que no había ni un alma ahí.

Con cautela, me dirigí hacia una de las dos habitaciones que estaban cerradas.

- ¿Takato-san? - Toqué la puerta, pero nadie respondió, así que la abrí sólo un poco, dejando ver a Inoue-san medio desnuda y besando a Akiyama-san, igual medio desnudo.

Cerré la puerta rápidamente y sin hacer ruido alguno, e intenté borrar esa imágen de mi cabeza.

Me dirigí hacia la otra habitación, esperando no encontrarme a otros apunto de o ya echando pasión.