Abrazo 27: Trato

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Narra Junta

-¡Junta-kun! -nombró Hikari-san, moviendo su brazo de un lado a otro, sentada en la sala de espera del hospital.

-Hola Hikari-san, ¿cómo está él? -pregunté, acercándome a ella.

-Hace un par de horas despertó, pero ahora está durmiendo -explicó, encaminándose a los adentros del hospital -. Voy al pabellón veintidós y el chico viene conmigo -dijo a la recepcionista, quien se levantó de su silla y apretó un botón cerca de una puerta de cristal.

La puerta se abrió y los dos entramos.

Cómo eran las cosas, la vez pasada por más que Sasaki-san y yo rogamos, no me dejaron pasar.

¿Por qué ahora sí?

-¿Esos lirios son para Takato-chan? -inquirió mientras que caminábamos por un estrecho pasillo.

Asentí.

-Vaya que lo conoces bien. -Giramos en una esquina, y nos detuvimos en la primera puerta que seguía -. Es aquí. -Y abrió la puerta.

Adentro, estaba Shuuji-san sentado en una de las dos incómodas sillas, mirando su celular.

Y en la cama, completamente dormido, estaba Takato-san con una intravenosa.

Se veía tranquilo, pero seguía muy, muy pálido.

No me gustó para nada verlo así.

-Cariño, ya llegó Junta-kun -anunció Hikari-san, cerrando la puerta después de que pasamos.

-Qué bueno, gracias por venir -saludó, dirigiéndome una sonrisa.

-No es nada, estaba muy preocupado -respondí, dejando los lirios sobre las sábanas que cubrían a Takato-san -. ¿Ya saben qué le pasó?

-Tuvo un choque por sobredosis de clonazepam, y con la predisposición al asma, se agravó -reveló Hikari-san.

-¿Clonazepam? No sabía que Takato-san tuviera problemas de ansiedad -dije, pero de inmediato caí en cuenta de que aquella sobredosis no había sido causada por él mismo.

-No los tiene... -respondió Hikari-san.

-... Solo hay dos razones por las cuales pudo haber tenido el choque... -comenzó a decir Shuuji-san -. O trató de quitarse la vida... o alguien en el Festival contaminó con el medicamento algo que bebió... -Se notaba una temblor en su voz, como se estuviera reteniendo un sollozo.

«El ramune...»

-Fue lo segundo -espeté.

-¿Cómo estás tan seguro? -cuestionó Hikari-san, y entonces me di cuenta de que había pensado en voz alta.

-Ah... bueno... Takato-san no me parece de esas personas que se suicidan... y en todo caso, no lo haría en un lugar público. Así no es él.

Ambos pensaron un rato y luego asintieron.

-Sí, a nosotros tampoco nos parecía coherente esa opción -masculló Shuuji-san.

-Pero entonces, eso quiere decir que en la Academia alguien intentó envenenar a los que estaban ahí -inquirió Hikari-san con un tono alarmado -. No creo que alguien tenga algo tan en contra de Takato-chan como para que le hicieran esto.

Un pinchazo de culpa se clavó en mi pecho...

¿Cómo podría explicarles que, en efecto, alguien tenía un odio profundo hacia Takato-san y que le había causado el choque deliberadamente?

Muy Juntos Por SiempreWhere stories live. Discover now