Abrazo 15: La Más Especial de Todas Nuestras Noches

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Narra Takato

Entre caricias y besos comenzamos a caminar hacia su habitación, yo me resistía un poco, pero al final me dejé llevar por el mar de sensaciones que inundaba a mi cuerpo.

Justo al lado de la puerta, me separé de él con brusquedad y me recargué en la pared sintiendo como mis piernas temblaban como gelatina.

- ¿Estás bien, Takato-san? - Preguntó algo preocupado, pasando su gran mano por mi cabeza en una caricia.

Yo asentí lentamente mientras tragaba con pesadez. Nos quedamos mirando un buen rato, sentía como si mis ojos se mezclaran con los suyos.

Él se acercó a mí una vez más, pero sus besos se dirigieron a mis cuello esta vez.

- Chuntah... - Gemí abrazándome con fuerza a su espalda.

Chunta me tomó de la cintura y me separó de la pared lentamente; comenzó a caminar conmigo un par de pasos sin dejar de besar mi cuello.

Con torpeza, él buscó la perilla de la puerta de su cuarto y luego la tomó para abrirla.

Me volvió a tomar de la cintura y lamió mis labios mientras nos adentrábamos en su cuarto y yo cerraba la puerta.

Al entrar un tenue y delicioso olor a vainilla me recibió de lleno, y por lo que vi por el rabillo de mi ojo, la habitación estaba totalmente limpia y arreglada.
Las verdes plantas de todo el cuarto saltaban a la vista, al igual que la decoración, que era un poco excéntrica para mí gusto, como el resto de su casa.

Lentamente nos separamos, ambos jadeando y con nuestros rostros rojos a más no poder.

Mi vista se dirigió a la cama, que estaba cubierta por una blanca colcha y encima de ésta había una caja de bombones, la cual estaba envuelta con un moño rojo.

- ...Estos bombones los compré para ti, Takato-san. - Dijo tomando la caja lentamente y abriéndola. - Para relajar un poco el ambiente.

- ¿O sea que sabías que ésto iba a pasar? - Pregunté molesto y totalmente nervioso.

- Me lo esperaba. - Me dió una sonrisa inocente.

- Tú... idiota

- Jeje, perdón... Takato-san... cierra tus ojos y abre un poco tu boca, por favor. - Se llevó un bombón a la boca.

- ¿Uh? Bu-Bueno... - Seguí sus instrucciones, esperando algo ansioso.

Y de repente, sentí sus labios abrazando los míos y su lengua introduciéndose en mi boca lentamente junto con un dulce sabor a chocolate. Sus manos se colocaron en mis hombros, acariciándolos con suavidad.

Con toda la calma que trataba mantener, intenté seguir el ritmo de ese profundo beso, jugando con nuestras lenguas y sintiendo ese dulce sabor por toda mi boca, pero pronto, el sentimiento de hace rato volvió a mi cuerpo y mucho más intenso que antes.

Chunta aumentó el ritmo del beso haciéndolo lujurioso y lleno de pasión.
Mis piernas comenzaron a temblar una vez más y él al darse cuenta me arrinconó contra la pared, pasando sus brazos alrededor de mi cintura.

- Chunta... - Suspiré en el beso.

No podía controlarme, mis labios seguían por instinto el ritmo del beso y mi cuerpo no dejaba de temblar a sabiendas de las intenciones de Chunta.

Una de las manos del rubio se apartó de mi cintura y viajó hasta tomar mi diestra y recargarla contra la pared en un suave movimiento.

- Takato-san... estás temblando demasiado, ¿estás bien? - Dijo terminado el beso con lentitud.

Muy Juntos Por SiempreWhere stories live. Discover now