Moonlight

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Parpadeó tantas veces que perdió el conteo, todo con tal de evitar de entregarse a Morfeo y ser firme con las políticas de sus superiores, incluso si la noche se volvía eterna por la ausencia de sueño, temía más a las represiones labores que a la psicosis que puede generar la falta de un sueño bueno; así que solo le queda cabecear, casi chocando su rostro contra el escritorio delante suyo, el cual, ya estaba más que acostumbrado a recibir su rostro sin previo aviso.

Afortunadamente, las intensas luces que le han hecho colocar horas atrás funcionaban mejor que las anteriores, ya que la intensa luz artificial tragaba toda esencia de la luz de la luna que le recordaba que, muy probablemente, debería estar dormido para poder descansar como es debido. Ahora solo ve pasillos largos, acomodados, perfectamente barridos y trapeados por tercera vez al intentar mantenerse activo, pero ahora el solo intentarlo le robaba un bostezo agotado, aburrido, ajeno de las inexistentes necesidades del lugar.

Sacudió la cabeza por vigésima vez, espantando todo lo que tuviera que ver con pereza o descansar.

Necesitaba enfocarse en otra cosa que no le causara daños colaterales.

Por lo mismo es que ha desbloqueado su celular, con la esperanza de que existiera algo que pudiera entretenerlo en la llegada de un cliente, después de todo, el mes debía traer noticias comprometedoras, o al menos, eso espera. Es cuando más recompensas económicas reciben, junto a navidad y día de gracias. Por lo cual, los pequeños post que encuentra, por más malos que sean, le hacen sonreír con pesadez; eso lo mantiene distraído aunque se encuentre levemente adormilado.

Sin embargo, su mirada se posó en una publicación llamativa, sobre todo por los comentarios que aumentaban la gran euforia de la misma. Fijo su mirada en el pequeño vídeo instructivo, en el cual se explicaba detalladamente algo que parecía un tipo de ritual extravagante, conformado por materiales que parecían salir de cualquier tienda; pasó de largo posterior de un rato, incrédulo de lo que aparecía. Algo como la magia propia era simplemente absurdo aun si fuese lo suficientemente crédulo.

¿Quién podría dejarse sugestionar con algo llamado "amarres"?

Próximamente su persona, cuando una pequeña cabeza blanca cruzó por la puerta, más silencioso de lo normal. Extraño sí, no obstante, es normal considerando que a esas horas de la noche, o quizás ya madrugada, uno apenas procesaba las palabras. Pero pronto por las cámaras notaba la anormal actitud junto a su no común lista de compras, tanto que comenzó anotar por inercia todo lo que llevaba en su canasta.

No tardó en darse cuenta que era la misma lista que el vídeo anterior.

Sudó frío, y por algún motivo, sintió temor con un toque de curiosidad.

¿Qué es lo que planea hacer?

Es una duda que se mantiene, aun cuando se ven cara a cara mientras paga, y por más que quiere formular las palabras correctas en su boca, no puede emitir sonido alguno.

¿Para quién lo planearía?

Peace, Love and WorkWhere stories live. Discover now