𝓃𝒾𝓃𝑒

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Ya eran altas horas de la madrugada cuando Sebastian y Sunny seguían sentados bebiendo en la fiesta de Chris y la gran mayoría ya se había marchado. En algún punto de la noche había pasado de ser una fiesta con clase, a ser una fiesta de adolescentes, jugando a juegos y bebiendo en vasos de plástico.

Sebastian se había encontrado con varios amigos, Chris era muy popular.

Sunny se había quedado dormida en su hombro mientras los demás gritaban y peleaban en broma justo delante. Chris le había presentado a Anthony Mackie, el cual se había unido a la pelea de los dos Chris. Sebastian se divertía observando como parecían unos niños recién salidos del instituto.

—Oye Sebastian, ¿os gustaría quedaros a dormir? Ya veo que Sunny está un poco... Cansada. —Dijo entre risas.

Sebastian se puso un poco rojo, le daba vergüenza pasar la noche en casa de Chris, no entendía muy bien por qué, pero quería irse de allí y ocultar su cara contra la almohada. Miró a Sunny, la cual dormía plácidamente, y aceptó suspirando, estaba claro que era mejor para su amiga dormir.

—¿Y vosotros chicos?

—Tengo cosas que hacer mañana —Se estiró Hemsworth—. Pero cuida bien de los invitados. —Guiñó un ojo.

—Yo lo mismo, mejor nos marchamos ya antes de que nos dé más pereza y nos quedemos. —Añadió Anthony.

Ambos se fueron acto seguido, y se quedaron solos los tres.

—Voy a llevarla a la habitación de invitados.

Chris la cogió entre sus brazos y a Sebastian le dio otro vuelco el corazón. Estaba seguro, no podía negarlo, le gustaba Chris Evans. Había estado tanto tiempo admirándolo que era como si lo conociese de toda la vida, y al verlo delante de él... No había podido evitar sentir aquella atracción.

Los acompañó hasta la habitación donde dejó a Sunny dentro de las sábanas. Ambos salieron de allí. Chris estaba un poco nervioso, pero aún así consiguió cerrar la puerta con delicadeza. Sebastian no dejaba de mirarlo, ahora estaban los dos solos. Era imposible que a él le gustase, pero no podía dejar de pensarlo.

—¿Cuál es mi habitación? —Susurró Sebastian intentando quitarse las ideas qué tenía en la cabeza.

Chris lo miró durante unos segundos a los ojos, para después negar y caminar hacia otro lado.

—Por aquí.

Sebastian lo siguió hasta una habitación amplia y cuidada, moderna y lujosa, con una gran cama en el centro.

—Buenas noches. —Sebastian iba a entrar cuando el brazo de Chris lo detuvo.

Sus miradas se cruzaron durante unos instantes, sin decir nada. Su compañero lo miraba fijamente, con un poco de tristeza. Sebastian se quedó inmóvil unos segundos, con el corazón palpitándole muchísimo más de lo normal.

Chris se acercó lentamente y puso una mano en la mejilla de Sebastian. Empezó a cerrar los ojos, al igual que Sebastian y juntó sus labios. Se separaron a los pocos segundos, pero ambos querían más, sin embargo Sebastian se encontraba avergonzado y confuso.

—¿Chris? —Apenas podía hablar por el shock.

—Perdón. Buenas noches.

Chris se marchó a su habitación sin que a Sebastian le diese tiempo a reaccionar, tan solo se quedó allí de pie mirándolo sin saber qué hacer o decir.

𝘮𝘺 𝘣𝘰𝘺 - evanstan | ✔Where stories live. Discover now