𝘮𝘺 𝘣𝘰𝘺 - evanstan | ✔

𝓃𝒾𝓃𝑒𝓉𝑒𝑒𝓃

—¿Chris? —Sebastian lo miró un poco entristecido.

—Perdón, cuando bebo me pongo un poco borde, no lo hago a propósito, no me lo tomes en cuenta.

Sebastian se sentó a su lado y asintió no muy convencido, Chris le dio un beso en la mejilla y cogió una cerveza dispuesto a beberla. Seb suspiró y tomó otra, debía dejar de darle vueltas a todo, solo había actuado así por la bebida, a mucha gente le pasaba, ¿no?

༄༄༄

Se había hecho tarde y era hora de que se fuesen a dormir, Sebastian agradecía que al día siguiente no tuviese que trabajar, eran altas horas de la madrugada, sin embargo tenía empatía por Sunny, a la cual sí que le tocaría.

—¿Quieres que te lleve a casa? —Preguntó Hemsworth al salir del bar.

—Creo que es mejor que se venga con nosotros, está casi dormida y prometí que la dejaría en su casa. —Sebastian la cogió de los hombros y la acercó a él, no quería que se volviese a enfadar.

A Sunny le encantaba quedarse dormida en sitios pocos comunes, como allí mismo, de pie. La metió en el coche de Chris junto a su guardaespaldas y ellos dos se quedaron en la parte de atrás.

Llevaban un rato conduciendo cuando el coche paró, ya estaban en la casa de Chris.

—Seb. —El chico lo miró antes de abrir la puerta—. Tal vez... Te gustaría tomar esa última copa que no nos tomamos la otra vez.

Sebastian tenía demasiadas ganas, pero Sunny estaba con ellos, no podía dejarla sola o volver  a hacer que durmiese en casa de Chris.

—Mi guardaespaldas puede llevar a Sunny a casa, dale la dirección y él se ocupará, no hay problema.

Sin darse cuenta Chris se había acercado a él y sus labios estaban casi rozándose, no podía resistirse.

—Calle Marwon, 324.

Chris sonrió al oír la dirección y lo besó apasionadamente. Salieron del coche apresuradamente, mientras se besaban, haciendo que Sebastian estuviese a punto de caerse y de que a Chris le entrara un ataque de risa.

El coche se fue a sus espaldas mientras ellos buscaban la forma de entrar entre los besos y caricias, Sebastian se sentía tan caliente que no podía dejar marchar a Chris para que este abriese la puerta.

༄༄༄

—Tengo a Sunny, está dormida, voy de camino.

—Entiendo, estaré en la puerta. —Se escuchó una voz femenina al otro lado de la línea.

El guardaespaldas colgó y condujo durante veinte minutos hasta llegar a unos callejones casi desiertos. En un edificio viejo y destartalado, una mujer se encontraba de pie esperándolos. El coche paró y el guardaespaldas bajó a Sunny con delicadeza.

—Ten cuidado. —Dijo ella.

—Sí, Cobie.

El hombre metió a la chica dentro del edificio y Cobie cerró la puerta tras ellos metiéndose también dentro.