𝓉𝓌𝑒𝓁𝓋𝑒

1.1K 108 36
                                    

—¿QUÉ? —Gritó Sunny en medio del restaurante haciendo que todos se girasen a mirarla.

—¡Baja la voz! —Susurró Sebastian mirándola mal.

—Perdón, perdón. —Se excuso ante el resto de comensales.

Sebastian había quedado con Sunny para comer para contarle lo ocurrido, y como era de esperar, esta reaccionó exageradamente.

—Ya sabía que te gustaba, y por el beso que a él también pero... No creía que pasaría tan rápido, estoy muy sorprendida, la verdad —Paró un segundo su discurso para meterse en la boca una porción de espaguetis—. Me alegro por ti, ¿pero estás seguro de salir con alguien a quien no conoces?

Sebastian sonrió a lo que Sunny lo miró extrañada, pero él tan solo estaba feliz de que su amiga siguiese actuando como una hermana mayor protectora y se preocupase tanto por él.

—No vamos a salir aún, primero queremos conocernos.

La chica sonrió, estaba muy feliz por él, pero no podía evitar tener dudas, no quería que le rompiesen el corazón a Sebastian.

—Eso está bien. Espero que salga todo bien.

Una notificación parpadeó en el móvil de la chica, esta, al verla, rodó los ojos.

—¿Qué pasa?

—Por casualidad... Yo no le di mi teléfono a Hemsworth, ¿verdad?

Sebastian hizo memoria, recordaba perfectamente a Hemsworth y a Sunny cuchicheando en un momento de la noche, y ambos sacando el teléfono móvil, así que suponía que había sido en ese momento cuando habían intercambiado teléfonos.

—Mierda...

—¿Te ha hablado?

—Sí, y no tengo tiempo para estas tonterías.

Sunny resopló, a diferencia de Sebastian que solía ser un enamoradizo, Sunny detestaba bastante las relaciones. Eran polos opuestos.

De repente la mirada de Sebastian se dirigió hacia la puerta un tanto atónito.

—Hablando del rey de Roma.

Sunny se giró para mirar y rápidamente volvió a su posición inicial mientras decía "mierda" con los labios.

—Ahora mismo voy a odiar que Chris y tú esteis en algo parecido a una relación.

—Hola chicos. 

Chris Evans y Chris Hemsworth acababan de entrar e ir a saludarlos, bajo la atenta mirada de todos. 

—¿Podemos sentarnos con vosotros?

—Claro.

Al decirlo, Sebastian pudo notar la mirada asesina de su amiga incluso sin mirarla, en ese momento se dio cuenta de que había sido bastante egoísta decirle que sí a Chris por estar con él sin pensar que Sunny no querría ver a Hemsworth, sin embargo ya era muy tarde para arrepentirse.

Sin embargo, Sebastian no sabía si era su imaginación o no, pero Chris le miraba fijamente durante la comida, debía gustarle mucho, pero se sentía un poco incómodo, quería verse bien delante de Chris y comiendo no era la escena más sexy del mundo.

Se había creado un silencio un tanto incómodo, los Chris se habían puesto a mirar la carta, mientras Sunny y Sebastian no habían tenido problema es seguir comiendo mientras se miraban sin saber qué hacer. Pero este silencio terminó con el teléfono de Sunny.

—Ya voy.

Se limpió la boca y recogió sus cosas.

—Tengo que irme. —Dijo mientras se levantaba rápidamente, sin embargo, la mano de Chris Hemsworth la paró.

—Vamos, es la primera vez que comemos juntos, tómate la tarde libre, seguro que puedes.

Sunny se quedó parada mirándolo y Sebastian sabía perfectamente lo que significaba aquella mirada.

—¿Otro hombre diciéndome lo que he de hacer? Primero mi jefe y ahora tú, la diferencia, es que él al menos, me paga, así que adiós.

Y meneando la mano, se despidió sin decir nada más.

—Tu amiga es genial, ¿no crees? —Sonrió Hemsworth que más que molestarle la actitud de Sunny, la admiraba—. Por cierto... ¿Pasa algo entre vosotros dos?

Sebastian se atragantó un poco, a lo que Chris no pudo evitar reír.

Iba a responder cuando el camarero llegó en el preciso momento para tomarles nota.

—En realidad, acabo de recordar que tengo algo que hacer. Os dejo a solas chicos.

Hemsworth le guiñó un ojo a Chris sin disimular y se marchó del restaurante, dejándolos a solas en un momento un tanto incómodo, o al menos para Sebastian.

Chris pidió un risotto de setas y miró sonriente a su acompañante, parecía un enamorado adolescente.

—Lo he estado pensando y... —empezó a decir Chris—, ¿podría llamarte Seb?

𝘮𝘺 𝘣𝘰𝘺 - evanstan | ✔Where stories live. Discover now