Capitulo 8.-

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Al fin he vuelto con un nuevo capitulo, disculpen la tardanza, lamentablemente he tenido unas semanas algo difíciles, espero disfruten de este nuevo capitulo. Por cierto, hay contenido +18 ;)

Capitulo 8.

Manuel caminaba lentamente por la vereda, su cuerpo se tambaleaba de vez en cuando producto de las copas de más. En una de sus manos llevaba un plato de cerámica y en la otra su teléfono celular. Detuvo un instante su andar para intentar descifrar la hora que se reflejaba en la pantalla del aparato, si los sentidos aún no le fallaban del todo eran las 02:38 AM. Entre pláticas, tequila, sopaipillas y nachos con salsa picante las horas se habían pasado volando. Le agradaba inmensamente el hecho de haber ganado un nuevo amigo, realmente necesitaba alguien en quién apoyarse para no sentirse tan solo, y, al parecer Pedro también.

No estaba en sus planes quedarse tanto rato con el mexicano, la idea era saludarlo por su cumpleaños, entregarle las sopaipillas y volver a casa, sin embargo, Pedro había sido tan agradable y hospitalario que no pudo negarse a su invitación, se le hacía de mala educación, podían tacharlo de cualquier cosa, menos de mal educado. Al fin había logrado llegar a casa, guardó su teléfono en el bolsillo de su poleron, buscó entre estos las llaves de la casa y cuando por fin dio con ellas inició su lucha para encontrar el orificio de la cerradura.

Dentro estaba todo oscuro, por lo que concluyó que su padre no había llegado aún, eso era algo positivo, ya que si le veía llegar en ese estado le propinaría una buena paliza. Un gruñido escapó de sus labios al no poder abrir la puerta, por más que intentaba dar con la cerradura no podía. Un grito agudo escapó de sus labios cuando le tomaron con brusquedad de la muñeca. Rápidamente giró su cuerpo para descubrir de quién se trataba, mas, una boba sonrisa se instaló en su rostro al descubrir que solo se trataba de Miguel, de su Miguel.

— ¡Por la chucha Miguel, casi me matai del susto! — Arrastraba las palabras producto de su estado de ebriedad.

— Cierra el hocico Manuel. — Sin pensar en sus acciones lo llevó a empujones hacia su casa. — Llevo horas esperándote cojudo de mierda. — La seriedad de su rostro y la dureza con la cual se expresaba demostraban cuan enfadado estaba.

— Ya, pero no te enojes, no he hecho nada malo. — Se recarga contra la pared una vez entran. — Estaba en la casa de Pedro, era su cumpleaños y quise saludarlo, él ha sido súper buena onda conmigo. — Baja la mirada nervioso.

— ¿Y era necesario estar tantas horas metido en su casa? — Le acorrala entre la pared y su cuerpo, apoyando las palmas de sus manos en los hombros del contrario.

— Ya veo por donde va la cosa. — Sin levantar la mirada se echa a reír. — ¡Estai celoso weón! Pero podí estar tranquilo, en vez de estar peleando podríamos aprovechar el tiempo a solas. — Alzó la mirada observando al peruano con picardía para luego rodear el cuello de este con sus brazos. — Bésame Miguel... — Susurró contra los labios ajenos.

Un placentero escalofrío recorrió el cuerpo de Miguel, observar aquella faceta de Manuel lo había puesto completamente duro, después de todo estaban atravesando una etapa donde las hormonas y la testosterona lideraban. Dejando de lado su enojo, sus celos y su sensatez besó los finos labios del chileno con furia y deseo. Con posesividad le tomó de la cintura mientras su lengua se abría paso en la boca ajena iniciando una batalla desenfrenada por tener el control. Era tal la cercanía de ambos cuerpos que Manuel podía sentir la erección de Miguel golpear contra su muslo, Sin duda sentirlo de esa manera logró despertar su propio miembro.

No saben en qué momento las cosas se salieron de control, cuando las toscas e inexpertas caricias se tornaron atrevidas y certeras. Miguel repartió húmedos y calientes besos en el cuello de Manuel, mientras esté luchaba por contener vergonzosos jadeos. Finalmente olvidaron la vergüenza entregándose a las nuevas sensaciones, entre besos, jadeos y suspiros se encaminaron hasta la habitación del peruano, más de una vez chocaron con muebles por la torpeza de los pasos de ambos, aunque en ese momento detalles como ese eran relevantes.

"Tú + Él = Yo"Where stories live. Discover now