Capitulo 13.-

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Hola gente!!! Acá les traigo un nuevo capitulo, quise subirlo el lunes pero me resultó imposible. Espero lo disfruten. Un beso y abrazo a la distancia =).


Capítulo 13.-

Miguel, se hallaba realmente hastiado luego de que Claudia, la hija de la señora Martha lo besara. La cita había sido un desastre, un rotundo fracaso y para colmo la chiquilla lo besaba sin su consentimiento. Los labios de ella no se sentían para nada placenteros como los labios de Manuel. Al recordar a Manuel, suspiró derrotado, el solo pensar en el chileno provocaba un intenso dolor en el centro de su pecho y en momentos como ese detestaba que el chileno fuese tan terco y él tan orgulloso.

Desde el incidente en la plaza habían transcurrido diez largos días. Diez malditos días dónde no tenía noticias de él, había faltado al colegio y ni siquiera sacaba la nariz de su casa. La situación comenzaba a preocuparle, lo peor es que no podía acercarse a él. ¿Y si estaba enfermo? ¿Si necesitaba ayuda? No podía hacer de cuentas que nada pasaba, necesitaba saber cómo estaba, necesitaba ver su rostro, sentir sus labios tibios, el calor que emanaba su cuerpo y la suavidad de sus caricias. Ni cuenta se dio del momento en que generó tan fuerte dependencia por Manuel, lo extrañaba horrores y ya no aguantaba tanta distancia entre ambos.

A esa hora ya no podía visitarlo, tampoco era una opción colarse por su ventana en la situación que se encontraban, sus padres estaban en casa y lo más probable es que el padre de Manuel también se encontrara. Además había aceptado ir a pasar la noche a la casa de Martín, necesitaban hablar las cosas y aclarar los malos entendidos. Ya no aguantaba seguir distanciado de su mejor amigo, necesitaba hablar con alguien, desahogarse y Martín era el indicado para ello.

Se paró rápidamente del asiento y tocó el timbre, cuando el autobús se detuvo bajó con prisa. Para su buena fortuna, la noche estaba cálida y la casa del argentino estaba a solo una cuadra del paradero. Guardó las manos en los bolsillos de sus jeans y avanzó con paso rápido, en la calle no se veían personas, la zona era en exceso tranquila por lo que iba despreocupadamente. Al llegar a destino tocó con insistencia el timbre, Martín supo inmediatamente que se trataba de Miguel.

—Hola, Migue—. En el rostro del rubio se plasmó una inmensa sonrisa.

— ¿Puedo pasar? —Hizo un esfuerzo abismal por mantenerse serio.

—Sabés que si boludo—. Se hizo a un costado dejándole pasar, cerrando posteriormente la puerta tras él—. Mis papás no están, llegan el lunes. No quería estar solo, sabés que me re copa estar con vos—. Sus verdes ojos brillaban con intensidad.

— ¿Eso es una invitación a quedarme por todo el fin de semana? —Alzó una de sus cejas mostrando una expresión divertida.

—Si te querés quedar, sabés que sos bienvenido—. Abrió sus brazos mientras mantenía esa sonrisa boba en los labios.

Miguel, lo observó por un par de segundos, segundos qué para Martín fueron una eternidad. De pronto, la expresión del peruano cambió. Esbozó una gran sonrisa mientras se acercaba al argentino con seguridad, al estar frente a frente no dudaron en cortar la escasa distancia y abrazarse con fuerza. Martín, no deseaba soltarlo, tener a Miguel entre sus brazos era la sensación más cercana a la perfección, de ese modo se sentía tan pleno, tan feliz.

—Vení, vamos a mi pieza. Compré algunos snacks y cervezas, además descargué varias pelis—. Tomó la mano del contrario entrelazando los dedos de ambos. Por un momento Miguel pensó en quitar su mano, sin embargó no deseaba arruinar el momento.

—Así me gusta, pensaste en todo huevón—. De pronto, junto a su amigo de toda la vida le vuelven las ganas de reír.

Se adentraron en la amplia habitación del argentino, Miguel se quitó sus zapatillas y sin pensarlo dos veces se aventó en la cama de este, dio unas palmaditas a su lado para que imitara su acción. Martín, no lo pensó dos veces, se quitó las pantuflas para luego acomodarse junto al peruano. Por un instante ninguno dijo nada, simplemente se miraron a los ojos expresando en ellos el inmenso cariño que existía entre ambos.

"Tú + Él = Yo"Onde histórias criam vida. Descubra agora